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Iberia obtuvo un beneficio neto de 402 millones de euros en los nueve primeros meses de 2005, lo que supone un incremento del 170,9 por ciento en relación al mismo período de 2004, según la presentación a analistas enviada por la aerolínea a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los ingresos operativos de la compañía en el período citado ascendieron a 3.665 millones, el 2,4 por ciento más que entre enero y septiembre de 2004.

El EBITDAR (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación, amortización y alquileres) fue de 542 millones, lo que supone un caída del 3,4 por ciento y el margen de EBITDAR operativo fue del 14,8%, 0,9 puntos porcentuales menos y el EBIT (beneficio neto de explotación) cayó un 23,5% hasta los 109 millones de euros.

El coste unitario correspondiente a los recios del combustible se incrementó el 24,2% en los nueve meses, aunque el total de los costes operativos se redujo en un 1,7 por ciento. Los ingresos de pasaje entre enero y septiembre, crecieron un 3,2 por ciento, los de carga lo hicieron en un 14,7%, por servicios de handling (servicios en tierra de aeronaves y pasajeros), aumentaron un 8,3%; por mantenimiento un 32,2% y cayeron un 28,6 por ciento otro tipo de gastos, por lo que el total de ingresos operativos creció un 2,4 por ciento.

De cara al futuro, Iberia sólo aumentará en los próximos tres años su oferta de vuelos de largo recorrido, mientras que se estancarán las conexiones europeas y se reducirán significativamente las rutas domésticas. En concreto, la aerolínea buscará reforzar su peso en las conexiones entre España e Iberoamérica aumentando un 13% su capacidad en los próximos tres años, frente al estancamiento de las rutas hacia destinos europeos (+0,7%) y el fuerte recorte de la oferta en el mercado doméstico, un 13% menos. Unas cifras en consonancia con la conocida pretensión de Iberia de abandonar las rutas no rentables que opera desde el aeropuerto de El Prat.

Pero esto no es todo. Iberia ha destinado este año 280 millones de euros que se destinarán a financiar el plan de recorte de plantilla que la compañía aplicará en los próximos tres años y que contempla la supresión de un total de 2.164 empleos en todas las divisiones del grupo.