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EFE-SANÀ(YEMEN)
El Gobierno yemení anunció ayer la muerte de un egipcio al que identificó como «uno de los cabecillas» del grupo que planificó y ejecutó el ataque terrorista del pasado lunes en el que murieron siete turistas españoles y dos acompañantes yemeníes.

Miles de yemeníes, incluidos mujeres y niños, se manifestaron ayer en Saná en solidaridad con las víctimas del atentado del pasado lunes, mientras que un equipo de la Policía española se unió a la yemení en las investigaciones.

El egipcio Ahmed Basiumi Dueider fue abatido anoche en un barrio del oeste de la capital, y la policía encontró en su poder documentos falsos y explosivos, según un comunicado gubernamental leído ayer en la televisión yemení. Según fuentes policiales dijeron que Baisumi fue delatado por otro de los sospechosos detenidos en relación con el ataque del lunes en Al Moreb, lo que condujo a la policía hasta su paradero.

El comunicado pidió a la población yemení que informe de la presencia de cualquier sospechoso y advierte de que nadie les dé alojamiento, y concluyó recordando que estas personas «dañan al Yemen, a su economía y a la religión islámica».

«No al terrorismo», «No al asesinato de los turistas inocentes», coreaban los miles de manifestantes que recorrieron ayer las calles de la capital yemení, antes de llegar a la Embajada española para expresar sus condolencias por la muerte de siete turistas españoles en el ataque.

En la manifestación participaron políticos, entre ellos los ministros de Turismo y Asuntos Religiosos, Nabil al Faqih y Hamud al Hitar, respectivamente, así como representantes de la sociedad civil y delegaciones de provincias yemeníes, incluida Mareb, donde ocurrió el ataque suicida.

Por otra parte, la española María Asunción Vitorica, herida grave en el atentado del pasado lunes, ha empeorado durante el día de ayer, según dijeron fuentes médicas. «Ha tenido una compresión cerebral que le ha provocado una bradicardia (desaceleración del ritmo cardiaco)», dijo el doctor Emad Chafai, médico jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Al Zaura, donde está ingresada la enferma.

«La bradicardia es un mal signo, y el pronóstico es francamente muy malo», comentó el doctor. Además, explicó que aún en caso de superar esta situación, María Asunción quedará con secuelas mentales muy severas y no podrá recuperar una vida normal. Con respecto a si su estado de coma puede calificarse de «grave» o «leve», el médico quitó importancia a estos matices y señaló: «Está en coma desde el primer momento en que llegó, eso es lo único importante».