El portavoz del Gobierno marroquí y ministro de Comunicación, Khalid Naciri, en Rabat ante los medios. Foto: K.SHIKAKI/EFE

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El Gobierno de Marruecos, por orden del rey Mohamed VI, llamó ayer a consultas a su embajador en Madrid por su rechazo a la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, una decisión que se conoció minutos después de que el Ejecutivo español calificara las relaciones bilaterales de «extraordinarias».

De este modo se pronunció la vicepresidenta María Teresa Fernández De la Vega en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que destacó que la visita se enmarca dentro de la normalidad institucional y mostró su confianza en que las diferencias puntuales que pueden existir con Marruecos no empañen unos vínculos basados «en un afecto sincero y un respeto mutuo».

Poco después, el Gobierno marroquí, para mostrar su desagrado por la visita de los monarcas a Ceuta y Melilla, que Rabat considera «ciudades ocupadas», hacía pública la intención de retirar a su embajador en Madrid, Omar Azziman, durante un tiempo no precisado.

Tras el anuncio, que Marruecos atribuye en una nota oficial a «muy altas instrucciones de Su Majestad», el portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, ha señalado que en este momento «la pelota está en el campo de España». Además, Naciri ha subrayado que esta decisión se ha tomado tras cerciorarse de que el comunicado difundido el jueves por Marruecos, en el que su Ejecutivo lamentaba y rechazaba la visita de los Reyes, «no ha tenido ningún eco en la postura de España».

Por su parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, tras la llamada a consulta del embajador, descartaron que España tenga la intención de adoptar «una medida similar» y declinaron comentar la decisión de Marruecos.

También ayer, fuentes del Ejecutivo y del PP confirmaron que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, informó el pasado lunes al líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que el reino alauí «no iba a poner problemas» a la visita.

Por parte del PSOE, la secretaria de Relaciones Internacionales del partido, Elena Valenciano, ha coincidido con el Ejecutivo al situar el viaje de don Juan Carlos y doña Sofía dentro de la «absoluta normalidad institucional», aunque ha recordado que «las decisiones sobre las visitas oficiales de los Reyes a las ciudades españolas se deciden en España».

El secretario general del PP, Angel Acebes, expresó desde Barcelona su respaldo a la visita de los Reyes a dos ciudades «tan españolas» y compartió su «satisfacción» porque ésta se produzca.

El líder de IU, Gaspar Llamazares, en el transcurso de una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, consideró que la inclusión de Ceuta y Melilla en la agenda de los Reyes «no debería asombrar, ni provocar ningún tipo de reacción del Gobierno marroquí», tras lo que añadió que se trata de un hecho «lógico y natural».

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, subrayó que el rechazo de Marruecos «no va a nublar» la visita de los Reyes, y resaltó que no es el momento de replicar o realizar declaraciones «muy altisonantes», como, a su juicio, ha hecho Marruecos.