Los ministros serán fieles a sus costumbres y en su inmensa mayoría repetirán destino y aficiones para pasar las vacaciones. Algunos incluso, y debido a la crisis, pasen más días de lo habitual en Madrid para no desatender su trabajo. Por primera vez desde que llegó a La Moncloa, el presidente de Gobierno no tomará vacaciones, pasará la mayor parte del mes en su despacho analizando la evolución de los datos económicos y preparando el nuevo curso político. Sólo se permitirá un par de fines de semana de descanso junto a su familia en León y en la finca de Quintos de Mora (Toledo).
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, volverá a Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Este año no hará su tradicional gira por Iberoamérica pero estará en su despacho de Madrid hasta la segunda semana de agosto. Los otros dos vicepresidentes también se mantendrán fieles a sus aficiones: Elena Salgado tratará de pasar unos días en la montaña y Manuel Chaves pasará unos días en la costa andaluza.
Otro que tampoco cambia sus hábitos es Alfredo Pérez Rubalcaba, y es que el ministro del Interior volverá a pasar un par de semanas de descanso en Asturias. José Blanco, titular de Fomento, se dividirá entre Madrid y Galicia, donde se dedicará a uno de sus pasatiempos favoritos, la cocina; y Miguel Sebastián, ministro de Industria, repetirá destino -Almería- y afición -submarinismo-.
La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, es otra de las que prefiere el mar y ha elegido los pueblos de la Costa Brava. Intentará ponerse al día en algunas lecturas atrasadas, como «El cuaderno dorado», de Doris Lessing, o «Anatomía de un instante», de Javier Cercas.
Francisco Caamaño, ministro de Justicia, es de los pocos que se decanta por el extranjero y viajará a Grecia o Italia. Después pasará unos días en su Galicia natal. Como en veranos anteriores, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se desplazará hasta Francia, y allí, además de practicar tenis, quiere leer las memorias de Máximo Cajal, «Sueños y pesadillas». Bibiana Aído, titular de Igualdad, también saldrá de España y viajará una semana al norte de Europa, aunque intentará hacer alguna escapada a Cádiz, su casa. Aficionada a la lectura, llevará varios libros en su maleta, como «Una historia iraní de amor y censura», de Shahriar Mandanipour.
Leer
Entre San Sebastián y Málaga, como es habitual en ella, pasará unos días la responsable de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, que quiere dedicar a leer. Tampoco desconectará del todo la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien tendrá que interrumpir su período vacacional, que transcurrirá entre su tierra, Málaga, y Galicia, para atender algunas citas «ineludibles» en Madrid.
Angeles González-Sinde, titular de Cultura, se moverá entre Alicante y Cádiz. Para el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, unas vacaciones ideales pasan por la lectura, el aire libre y el deporte «de interior», en concreto la cinta de correr, y espera poder disfrutar de todo ello en su casa de la Costa Dorada a partir de la segunda semana de agosto. Muy pocos días de asueto se va a permitir el responsable de Educación, Angel Gabilondo, que se desplazará hasta alguna playa del sur. Dedicará buena parte de su verano a preparar varios viajes que tiene en el extranjero. En Almería pasará sus vacaciones la titular de Defensa, Carme Chacón, que las quiere dedicar sobre todo a su hijo, y también a leer poesía y ensayo.
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