Según el educador de la prisión, Bárcenas está utilizando su estancia en la cárcel «desde una perspectiva constructiva y formativa» | Efe

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El extesorero del PP Luis Bárcenas ha obtenido este miércoles su primer permiso penitenciario de 12 días, del que podrá disfrutar en dos períodos de 6 jornadas, tras recibir el aval del juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, que sin embargo ha rechazado concederle el tercer grado.

Una decisión que se ha conocido apenas unos minutos antes de que el extesorero compareciese en la comisión parlamentaria sobre Kitchen, nombre con el que se conoce a la presunta operación parapolicial de espionaje a su entorno en busca de documentos comprometedores para el PP y que investiga la Audiencia.

En contra del criterio de la Fiscalía, el magistrado ha concedido a Bárcenas este permiso de 12 días, distribuido en dos bloques de seis, a propuesta unánime de la Junta de Tratamiento de la prisión de Soto del Real (Madrid), en la que cumple una condena de 29 años por el caso Gürtel.

Reconoce el magistrado en su auto la rigurosidad de estos profesionales penitenciarios, que actúan bajo los principios de legalidad y presunción de veracidad, y tiene en cuenta que Bárcenas, que estuvo un tiempo en prisión preventiva antes de ser juzgado, ha pasado más de tres años en libertad provisional sin que se haya producido ninguna incidencia o intento de fuga y que su asunción de responsabilidad sería incompatible con la idea de quebrantamiento; además de su situación familiar, con apoyo de su hijo.

Menciona que, según el educador de la prisión, Bárcenas está utilizando su estancia en la cárcel «desde una perspectiva constructiva y formativa», con una evolución «permanente y constante, mejorando en lo regimental y en lo personal» y con «buena conducta», y que además ha mostrado estar «profundamente arrepentido».

Y también tiene en cuenta que se dirigió al tribunal para que pidiese a Suiza los fondos que tiene bloqueados en una cuenta para proceder a la liquidación de los activos, que podrían ascender a 20 millones de euros.

Lo que no admite el juez es que progrese a tercer grado, dado que precisamente la Junta de Tratamiento fue la que propuso su clasificación en segundo grado; ni tampoco la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que le permitiría salir de prisión algunos días para ir a trabajar o a realizar labores de voluntariado.

El juez considera que, aunque Bárcenas presenta «numerosos y cualificados factores de adaptación», no ha quedado «plenamente acreditada», más allá de las circunstancias de normal convivencia, una evolución favorable que permita afirmar que está «capacitado para llevar un régimen de vida en semilibertad».

«Es tiempo, por tanto de consolidación de factores positivos existentes, debiendo hacerse una valoración de la conducta global del penado con especial insistencia en su actitud y comportamiento durante el disfrute del permiso ahora iniciado, potenciando la vía tratamental con especial incidencia en las variables o factores de inadaptación existentes», concluye.

La Audiencia Nacional fijó en 12 años de prisión la pena máxima que debe cumplir el extesorero del PP, que corresponde al triple de la condena más alta que le fue impuesta por este caso de corrupción, por el que también está en la cárcel su mujer, Rosalía Iglesias.

Bárcenas actualmente se sienta en el banquillo de los acusados por el presunto pago de parte de la reforma de la sede del PP con dinero de la supuesta caja B del partido.