El arzobispo de Granada, en una imagen de archivo. | Efe

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El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha considerado que las leyes trans y de eutanasia son «inicuas, en cierto sentido criminales» y que «quien ha nacido hombre será siempre hombre, quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan».

Durante la homilía en la catedral de este domingo, publicada por la archidiócesis en su página web, el prelado ha advertido de que ambas leyes representan además, a su juicio, «una ofensa a la razón humana en muchos sentidos».

«Que haya que defender que una persona puede ser castigada por la ley por haber dicho que sólo hay hombre y mujer significa que las evidencias han caído. Esto no significa ningún juicio sobre ninguna persona, de ningún tipo, ni transexual... de ninguna clase. Pero la realidad es la realidad», ha indicado Martínez.

Según el arzobispo, sólo desde el siglo XIX, cuando los seres humanos se han creído «creadores y dueños de la Creación» han pensado que se podía cambiar: «No se puede cambiar. Quien ha nacido hombre será siempre hombre; quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan, le hagan las operaciones que le hagan», ha sentenciado.

El prelado ha sostenido que tanto la de la eutanasia como la llamada ley trans «son leyes, ambas, inicuas, en cierto sentido criminales y ante las que la Iglesia no puede callar».

«No sólo porque significan una falta de respeto inmensa a un pueblo que acaba de salir de una pandemia y se aprueban aprovechando determinadas circunstancias, para que ese pueblo no pueda reaccionar, ni manifestarse, ni expresar su sentir, independientemente de que sea una mayoría o una minoría», ha añadido.

Ha indicado además que no pide a los legisladores «que son paganos» que tengan criterios cristianos a la hora de legislar, y ni siquiera que respeten derechos humanos «que son evidentes».

«Sólo quiero deciros que vayáis aceptando que nuestra sociedad no se rige por la razón. Se rige por criterios de intereses humanos, de intereses de grupos, de intereses de poder, o por relaciones pura y simplemente de poder. Pero lo mismo que pasa con la razón pasa con la libertad», ha señalado.

«Estamos en el camino hacia una tercera dictadura, de un modo o de otro, porque se imponen leyes que van contra el bien común. Que la «ley trans», por ejemplo, convierte el sentimiento en categoría jurídica», ha manifestado.