Apenas un 1 % de la prostitución se ejerce en la calle y los clubes.

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La prostitución se ha trasladado a los pisos durante la pandemia en Palma y además se ha incrementado. Esta es una de las conclusiones del estudio 'Trayectorias de personas en prostitución en Palma', presentado por la regidora de Justícia Social, Igualtat i LGTBI, Sonia Vivas. Este informe ha sido realizado por Metges del Món, Casal Petit y Creu Roja, para lo que han realizado hasta 60 entrevitas a mujeres en situación de prostitución, y ha sido coordinado por la Universitat balear. El Ajuntament encargó el trabajo mediante un contrato menor de 16.575 euros.

Durante la pandemia, los clientes de la prostitución «no han dejado de buscar mujeres, sino que han buscado otras formas de acceder», destacó la regidora, e informó de que «ahora esta actividad está centralizada absolutamente en pisos y se oferta preferentemente a través de las redes sociales por lo que aún es más difícil la detección e intervención».

Ahora mismo, añadió, apenas un 1 % de la prostitución se ejerce en la calle y los clubes hoy por hoy no son un problema, ya que han cerrado durante el estado de alarma, "pero la violencia contra las mujeres ha seguido e incluso se ha incrementado", alertó Vivas.

La regidora cifró en más de 2.000 las mujeres que ejercen la prostitución en Palma, si bien dejó claro que se trata de una «cifra simbólica», pues se trata de las mujeres que se tienen más o menos controladas a través de las entidades que trabajan con ellas, pero el número real, aseguró, no se puede saber. Además, recordó que esta violencia estructural «siempre nos va por delante».

El estudio presentado realiza una diagnosis descriptiva sobre las trayectorias de vida de personas que se encuentran en situación de prostitución en Palma. Enfatiza en los factores que inciden en la permanencia y salida de esta actividad y evalúa el proceso de ayuda que realizan los servicios que intervienen.

Para la realización del estudio se realizaron 60 entrevistas, 55 a mujeres cisgénero y 55 a mujeres transgénero; el 91,5 % de ellas de nacionalidad extranjera. Todas ellas, indica el estudio, expresaron su deseo explícito de poder salir de la prostitución y coincidieron en que ello no es posible sin un trabajo digno, no precario y con capacidad de ahorro. «Este estudio rompe el mito de la prostituta feliz y demuestra que es absolutamente falsa la idea de que la mujer prostituida lo hace porque quiere y que gana mucho dinero, una idea que lo único que hace es que se perpetúe la violencia sobre la mujer en forma de prostitución», dijo la edil.

Entre los factores socioeconómicos de permanencia en esta actividad, el estudio especifica el vivir en situación de pobreza o vulnerabilidad, estar en una situación administrativa irregular, la presión familiar o cargas no compartidas, sufrir explotación por parte de mafias o proxenetas, o sufrir violencia machista. Y entre los factores psicosociales destaca las secuelas de traumas vividos, adicciones, salud emocional deteriorada o enfermedades o accidentes.

La prostitución, concluye el informe, «es un fenómeno poliédrico y multicausal que se utiliza sistemáticamente como una actividad de refugio ante problemas económicos o la imposibilidad de acceder a un trabajo no precario». Por eso, considera capital «trabajar para la inserción laboral normalizada de las personas en prostitución», así como mejorar la atención psicológica, la sensibilización social e institucional.