Algunos de los participantes. | Pere Bergas

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Aunque amenazaba tormenta, el tiempo respetó a las más de 2.000 personas que han participado este domingo en la quinta edición de la Cursa Popular Palmadona, organizada por el IME en homenaje a la mujer y su importante presencia en el deporte. «Siento un gran orgullo de ser la embajadora de una carrera que le da visibilidad a la mujer y a las personas con discapacidad. Cada vez, el deporte debe ser más inclusivo», afirmó la presidenta del Consell Territorial de la ONCE en Baleares, Mari Carmen Soler, quien corrió junto al guía Germán Helling. A las 11.30 horas, con una alegría contagiosa y al ritmo del Ay mamá de Rigorberta Bandini, la entrenadora personal Marta Rossich condujo el calentamiento de los participantes que, a las 12 de la mañana, ya se encontraban en la línea de salida.

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En la carrera, de 3 o 6 kilómetros en un circuito que abarcó el centro histórico de Palma, participaron personas de todas las edades, como Martina, de 12 años, «me lo paso muy bien corriendo», o Andrea, de 73, «ando mucho, pero esta es mi primera carrera, ¡y con mi nieto de 10 meses!». Unos corrían, otros caminaban y alguno se compraba un café a medio camino, pero el ambiente festivo fue la tónica dominante durante toda la mañana.

Como novedad, más de medio millar de niños y niñas, de hasta doce años, participaron en la primera carrera infantil Palmadona, que contó con varias distancias a recorrer entre las 10 y las 11 horas. Con el suelo resbaladizo a causa de la lluvia, hubo algún que otro batacazo, pero los niños se levantaban como un resorte. Los más pequeños fueron acompañados por sus padres e hicieron reír al público con su gestualidad infantil, que denotaba una mezcla de alegría, diversión y esfuerzo. También destacó el papel de los entrenadores de la Escola Municipal d'Atletisme, que ayudaron a calentar a los niños. «En muchas carreras populares hay una falta de calentamiento; además de evitar lesiones, mejora el rendimiento deportivo y, en los niños, tiene un componente lúdico y educativo», dijo Pere Tebar.