Cada vez son más habituales las colas kilométricas de vehículos en Palma | ALEX SEPULVEDA

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Los atascos colapsan los accesos a Palma cada día y, mientras el Ajuntament y el Consell se responsabilizan el uno a otro de la situación, los profesionales afectados, transportistas y taxistas, y los ciudadanos piden más organización y coordinación entre las administraciones a la hora de programar las obras para evitar las cada vez más habituales retenciones. Entrar en el municipio se ha convertido en una odisea, tal y como publicaba este diario en su edición de ayer. Las colas kilométricas de vehículos en las vías de acceso al municipio se han incrementado por las obras publicas en puntos claves y por las limitaciones de velocidad en las arterias principales.

Fuentes del área de carreteras del Consell Insular aseguraron que la mayoría de obras que se están llevando a cabo «no dependen de nuestro departamento, sino del Ajuntament», recordaron que el túnel de Son Vic se abre al tráfico hoy mismo y que los trabajos que se realizan en el Cami Salard, «los hacemos nosotros, pero pertenecen a Cort». Las mismas fuentes reconocieron que estos días se han realizado trabajos de mantenimiento y de jardinería en el carril Bus-Vao pero calificaron las molestias de «puntuales». Asimismo apuntaron la repercusión que sobre el tránsito rodado está teniendo la reforma del Passeig Marìtim.

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Por su parte el regidor de Mobilitat del Cort, Francesc Dalmau, no quiso entrar a valorar los atascos que se producen en el municipio. Sin embargo, fuentes del Ajuntament insinuaron que tanto las competencias de las carreteras de entrada a Palma, así como la limitación de la velocidad en la Vía Cintura a 80 kilómetros, como el carril Bus-Vao «pertenecen al Consell Insular». Las mismas fuentes aseguraron que no todas las retenciones son provocadas por las obras, aunque sí reconocieron la incidencia de los trabajos del Passeig Marìtim en la circulación.

En los mismos términos se manifestó el presidente de Radio Taxi, Arnau Bisquerra, quien habla de un problema de densidad de vehículos y de «colapso». En su opinión se trata de un problema estructural y de la falta de coordinación entre administraciones. Para el taxista es indudable el efecto de la obra del Passeig Marítim, «que será beneficiosa para la ciudad pero ahora nos está perjudicando mucho». Recordó, no obstante, que ya había retenciones antes de que se pusieran en marcha. «Antes de que se empezaran ya había atascos en las entradas de los polígonos, en la carretera de Valldemossa a la altura de Son Espases, en la zona de los colegios o en cualquiera de los accesos a vía de cintura desde Inca, Llucmajor o Calviá». Bisquerra se mostró preocupado por el escenario que se presenta de cara a este verano «cuando se incorporen a la circulación del Municipio miles de coches de alquiler».

Por su parte, la gerente de la Federación de Transportes, Petra Mut, también expresó sus «dudas» por lo que pueda suceder en temporada alta y de cómo funcionará el carril Bus-Vao. Mut, asimismo, reconoció que, en las ultimas semanas, las obras «han afectado mucho a nuestros socios» y pidió «más sincronización y organización» entre Cort, Consell y Autoritat Portuària ya que si existiera dicha coordinación «las consecuencias no serían tan nefastas». También se refirió a que las obras en el Marítim complica mucho los accesos al municipio.