Un gato en uno de los iglús refugio de la barriada de Canamunt. | Moixos Canamunt

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Més per Palma pide al Ajuntament que no elimine los iglús de Canamunt y del Estadi Balear que funcionan como refugio en colonias felinas desde hace años. Reacciona así a la noticia publicada este jueves por Ultima Hora en la que el teniente de alcalde de Medi Ambient Llorenç Bauzá confirmaba lo que venían denunciando los voluntarios de las colonias: los iglús para gatos tienen los días contados en Palma.

La regidora de Més, Neus Truyol, recuerda que en 2018 se aprobó la reutilización y adaptación de contenedores de recogida de vidrio como refugios para gatos. La decisión se tomó con el visto bueno de los vecinos de la ciudad ya que estaba enmarcada en el proceso de presupuestos participativos.

Los iglús se colocaron en Canamunt y en el Estadi Balear y en estos momentos viven en ellos una treintena de gatos. El Ajuntament de Palma ha decidido retirarlos y sustituirlos por un nuevo modelo, similar al que hay en el castillo de Bellver. Justifica el cambio en «informes técnicos que avisan de algunas deficiencias, vandalización y mal uso de las instalaciones».

Més comparte la preocupación de los gestores de las colonias que temen que la retirada de los contenedores dejará a los animales sin comida y agua. Opina que «provocará problemas vecinales y desaparecerá un elemento atractivo y positivo para los barrios».

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Los ecosoberanistas pedirán en el próximo pleno que se mantengan los refugios existentes y que el modelo se extienda a otros lugares de la ciudad. «Las colonias felinas y los voluntarios que las cuidan son pilares fundamentales para el bienestar animal de los gatos comunitarios que viven en Palma, debido al cuidado y control que llevan a cabo de la población felina de la ciudad», dice Truyol.

La concejal comparte con los voluntarios la visión de que «nunca han supuesto ningún problema ni queja alguna, ni por parte de vecinos, ni de comerciantes, ni de visitantes», sino que «por el contrario, han sido elementos muy bien valorados». Además, en contra de lo que dice Llorenç Bauzá, que advierte de riesgo de «riesgo de transmisión de enfermedades porque es difícil acceder al interior para desinfectarlos», Més opìna que los iglús «han garantizado que los gatos vivan en muy buenas condiciones sanitarias».

Recuerdan que la Ley de bienestar animal de 2023 incrementa la protección de las colonias felinas y las obligaciones de las distintas administraciones. Para Truyol, la retirada de los iglús demuestra que el PP «no cree ni en la economía circular ni en el bienestar animal ni en la participación ciudadana», y ha acusado a la derecha de actuar «por venganza y con excusas de mal pagador» con tal de revertir «una buena iniciativa que hizo un gobierno de izquierdas».

Més también ha pedido al concejal de Bienestar Animal, Llorenç Bauzá, que se reúna «urgentemente» con los voluntarios responsables de las colonias felinas, «que haga un ejercicio de humildad y que escuche las necesidades reales del colectivo».