Imagen de la Plaza Bisbe Planas de Sant Jordi. | F.F.

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Uno de los temas más comentados en Sant Jordi es la interminable remodelación y reordenación de la Plaza Bisbe Planas, punto de encuentro y epicentro de la vida social de este núcleo perteneciente a Palma, pero que tiene una vida de pueblo que le convierte en un escenario muy diferente al resto del municipio. Desde la Associació de Veïnats de Sant Jordi, junto al resto de entidades que forman el tejido social de esa población, lamentan el estado de ese punto, una plaza cuya reforma llevan años esperando y, cuando ha llegado, se ha quedado lejos de las expectativas.

Tanto que, además de estar inacabada, no tiene iluminación, quedando a oscuras cuando cae el sol, además de mostrar una fuente pública sin agua, pues no llega el suministro. Además, algunos de los árboles plantados en uno de sus extremos muestran un mal o preocupante aspecto, lo que se une a la falta de sobra a lo largo del perímetro de la plaza, lo que la hará intransitable durante muchas horas en el verano que se avecina.

Estado de los árboles plantados en la Plaza Bisbe Planas. Foto: F.F.
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Los vecinos hablan de la «ilusión» que conllevaba la esperada reforma de la Plaza Bisbe Planas de Sant Jordi, aunque a la vez refieren un sentimiento de «decepción, por el hecho de que no se han tenido en cuenta nuestras ideas y propuestas», sumando que, tres años después, sigue sin estar del todo acabada, pese a lo cual destacan la buena actitud por parte del Ajuntament de Palma a la hora de trabajar, como queda patente en la reforma de la cercana Plaça Son Fullana.

El pasado mes de mayo, la Junta de Govern de Cort aprobó el modificado número 2 del contrato de obras de remodelación de la Plaza Bisbe Planas, lo que permitirá recepcionar definitivamente la plaza al Ajuntament, saldando de esta manera una demanda histórica reclamada por los vecinos. Ese segundo modificado implicará un coste de 68.013,47 euros.

La Plaza Bisbe Planas de Sant Jordi, desde otra perspectiva. Foto: F.F.

Mientras tanto, los vecinos de Sant Jordi se ven venir otro verano sin sombra, pero esperan que con luz en la plaza para poder disfrutarla dentro del largo camino que ha supuesto y supone su remodelación, un asunto que empieza a fatigar a los residentes.