La empresa que ejecuta las obras de prolongación de la línea del tren hasta sa Pobla tiene seis meses más acabar las obras.

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El consejo de administración de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), en la primera reunión mantenida tras la nueva composición del Govern, acordó el pasado martes destinar un máximo de 1.570 millones de pesetas para la adquisición de material móvil ante la puesta en marcha de la nueva línea de tren hasta sa Pobla. Josep Antoni Santos, gerente de la empresa pública, aseguró ayer que se trata de una «inversión importante y necesaria para cubrir el servicio».

Precisó que se contemplan dos posibilidades: o bien comprar 6 remolques intermedios y 2 unidades (cada una tiene dos trenes automotores), o 4 remolques intermedios y 4 unidades. «Decidiremos una opción u otra en base a las ofertas que realicen las empresas», matizó Santos, quién agregó que la adquisición de la nueva maquinaria será inmediata. «Realizaremos un pliego de condiciones para que las empresas nos presenten las ofertas».

El consejo de administración de SFM adoptó otra decisión importante. Ante las continuas quejas de vibraciones planteadas por residentes próximos a las vías del tren de Inca, Serveis Ferroviaris aprobó el martes una inversión de 360 millones de pesetas para intentar poner fin a esta situación. El consejo de administración ha autorizado un gasto de 300 millones de pesetas en el cambio de las traviesas de madera de la vía ascendente por traviesas de hormigón. Recientemente, se había realizado un cambio de traviesas, pero se habían alternado las de madera y las de hormigón.

Las quejas continuaban y por ello se ha decidido el cambio de todas las traviesas «con lo que desaparecerán en un porcentaje elevado las vibraciones» denunciadas a lo largo del recorrido del tren.