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M. COMÍN Un inmigrante procedente de Suramérica estuvo viviendo durante un mes en el pabellón del polideportivo Mateu Canyelles. Este hecho ha levantado las críticas de la agrupación del PSM de Inca, que denuncia que «esta no es manera de tratar a la gente» y pide la construcción urgente de un centro para transeúntes en la ciudad. «Hace mucho tiempo que pedimos al equipo de gobierno (PP) competente en la materia y la construcción de un centro para transeúntes, dijo el portavoz de los nacionalistas, Antoni Alorda.

Alorda quiso recordar cómo «en su día ya fue denunciada la utilización también de la residencia para ancianos Miquel Mir para acoger a inmigrantes. Si aquel no era un lugar adecuado porque no ser esta su función, mucho menos adecuado para albergar a una persona resulta el polideportivo», dijo. El inmigrante fue acogido en el polideportivo cuando el teniente de alcalde Rafael Torres ejercía el cargo de alcalde, en sustitución de Pere Rotger, que estaba de vacaciones.

«Acogimos a esta persona porque nos encontramos ante una situación extrema. Acudió a la Policía Local porque carecía de un lugar donde dormir, trabajo, comida y dinero e intentamos paliar estas necesidades», afirmó Torres, que dijo ser consciente de que ésta no es solución para todos los inmigrantes pero «cuando te encuentras, cara a cara, con un problema así intentas solucionarlo de la manera más humana posible».

Torres dijo estar de acuerdo con el PSM en la necesidad de crear un centro de acogida en la ciudad. «Pero esta necesidad no puede ser asumida en su totalidad por el Ajuntament. Es necesario un convenio con las instituciones supranacionales, en las que, precisamente, el PSM que tienen responsabilidades». La estancia del inmigrante en el pabellón ha coincidido con el registro de una factura telefónica procedente del teléfono público propiedad del Ajuntament que hay en el recinto de 600.000 pesetas. La Policía Local está investigando estas facturas.