El Ajuntament de Banyalbufar pretende desarrollar una oferta
turística en el municipio basada en la explotación de las
possessions, pero aplicando una normativa al margen del decreto
regulador de los servicios turísticos en los medios rurales. La
propuesta del Consistorio, según explicó ayer el alcalde Manuel
Romero, prevé la creación de 1 plaza turística por cada 35
hectáreas, lo que en algunos casos supondría superar las 25 plazas
por finca que estima la ley.
Esta cuestión fue destacada ayer por la Comissió d'Urbanisme que
al estudiar la revisión del planeamiento, consideró que el
Ajuntament debe definir el uso turístico como equipamiento o
complementaria. Este tema deberá debatirse de nuevo, ya que la
revisión de las Normas Subsidiarias se quedó sobre la mesa al
detectarse 54 deficiencias. Éstas prevén, además, 2 urbanizables en
el Port des Canonge para alojar a 1.000 personas.
Delimitación de zonas de riesgo
La decisión de la Comissió Balear de Medi Ambient de exigir a los
ayuntamientos que incluyan en sus planeamientos las áreas de
prevención de riesgo fue uno de los motivos por los que la Comissió
d'Urbanisme dejó sobre la mesa la revisión del planeamiento de
Banyalbufar. La comisión se posicionó totalmente en contra de esta
medida, por lo que ha instado a la Comissió de Medi Ambient a
exonerar a los ayuntamientos de delimitar las zonas de riesgo.
Rafael de Lacy, presidente de la Comissió d'Urbanisme, hizo
hincapié en que muchos ayuntamientos paralizarán sus planeamientos
si tienen que hacer este trabajo.
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