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El Ajuntament de Calvià se ha propuesto acabar con la «ruta del bakalao» o pub crowling durante este verano. «Habrá una guerra contundente contra las excursiones etílicas», indicó ayer el primer teniente de alcalde del municipio, Manel Suárez, en la presentación del bando de verano. Suárez señaló que se tomarán toda una serie de medidas preventivas y que se contará con la colaboración de los inspectores de la Conselleria de Turisme y de la Conselleria de Treball e incluso está previsto remitir denuncias a Hacienda. Las inspecciones se centrarán tanto en los organizadores como en los locales receptores de clientes.

Otras prioridades del Ajuntament para este verano «con el fin de facilitar la convivencia de 200.000 personas, entre residentes y turistas», según la alcaldesa, Margarita Nájera, serán luchar por la calidad medioambiental. Para ello, Suárez anunció que los objetivos principales serán perseguir la contaminación acústica, los tiqueteros ilegales y controlar la venta ambulante y las motos acuáticas en las playas.

En el municipio de Calvià trabajarán este año 37 socorristas, distribuidos en quince playas. También habrá siete puntos de primeros auxilios. Por otra parte, unas 70 personas correspondientes a diversas brigadas trabajan en labores de prevención de incendios. La presentación del bando de verano contó con la presencia del director general d'Interior, Antoni Torres.