La llegada del tren a Manacor dentro de un mes, junto a las obras
de envergadura que se ejecutan en la ciudad, como los aparcamientos
de la plaza de Sant Jaume y la reforma de la plaza del Mercat, sin
olvidar la instalación del cableado eléctrico y de fibra óptica de
la empresa Ono, están causando estragos en el tráfico de Manacor.
Ante la inminente irrupción del ferrocarril, la Policía Local ha
alertado sobre el caos circulatorio y la saturación de vehículos
motorizados que tendrá que soportar la ciudad. La Policía augura
que las avenidas tendrán que soportar tal densidad de vehículos que
quedarán «totalmente saturadas».
Este extremo fue confirmado ayer por el inspector jefe de
Manacor, Antoni Sureda, en la presentación de la memoria de la
Policía Local del año 2002. Para erradicar la saturación de miles
de vehículos que cada día atraviesan la ciudad, Sureda reclama la
construcción urgente de la ronda de Felanitx, una vía que enlazará
la salida de Manacor hacia Felanitx con la carretera C-715. Según
el inspector, con la puesta en marcha de la estación intermodal «el
eje de salida se fijará desde las avenidas, la ronda del Port, el
paseo Ferrocarril y la carretera de Palma». Con este nuevo eje,
algunos barrios, como sa Torre, quedan divididos por el trazado del
tren y las avenidas.
Aunque el Ajuntament ha iniciado la expropiación para construir
la ronda, la Policía busca alternativas para evitar la saturación.
Los autocares «se desviarán hacia vía Majórica para salir del casco
urbano», dijo Sureda. Por su parte, la delegada de Interior, Bel
Febrer, admitió el caos circulatorio que comienza a tener la ciudad
con las «incontrolables obras de Ono» y advirtió: «Desconocemos
totalmente cuando van a cortar una calle u otra».
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