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La polémica que vive actualmente el hospital de Manacor a raíz de una presunta agresión del jefe de Servicio de Urgencias y UCI, Joan López, al supervisor Alfred Ferrando, está pendiente de una fase de instrucción que lleva a cabo el Ibsalut. El gerente del centro comarcal, Antoni Mesquida, se mostró ayer respetuoso con el proceso, y anunció que a finales de la semana que viene se conocerán las medidas acordadas.

Mesquida, en declaraciones a Ultima Hora, afirmó: «El problema se ha desbordado, pero soy optimista y creo que al final se impondrá eseny. Hay gente harta de conflictos internos y grupitos. En los últimos años ha habido situaciones muy desagradables, y hay muchas personas que quieren trabajar y cumplir». El gerente reconoció: «Este hospital es una joya. El problema tendría que haberse resuelto internamente, pero se ve que hay egoísmos y odios desde hace tiempo». Ante las manifestaciones de López en las que confirmaba la práctica, desde hace siete años, del sorteo de pacientes por parte de personal sanitario, calificándola el mismo jefe de Servicio de Urgencias de «inmoral», Mesquida lanzó un mensaje de tranquilidad y responsabilidad y se expresó de forma clara: «Se tiene que diferenciar entre reparto y rifa. En todo caso, el hospital presta el mejor servicio que puede a los enfermos. Y pediría prudencia a la gente; hay noticias contradictorias, y declaraciones que me hacen lástima».

Alfred Ferrando también afirmó ayer: «López está tergiversando la realidad y desviando la atención. El sorteo es un reparto de los pacientes por cargos de trabajo, un modo de distribuirse las tareas. Me agredió y hay ocho testigos, no tiene que crear alarma social. Yo tengo la conciencia tranquila».