La joven Verónica David es rociada con cava después de ser agraciada con el 'Gordo' de la Lotería. Foto: TOMEU OBRADOR

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La suerte, el azar, el íntimo ritmo del mundo, que dijo Unamuno, presentó ayer sus mejores credenciales en Cala Rajada en forma del «Gordo» del Sorteo Extraordinario de Navidad. El 42.473, los cinco números mágicos, dejaron 30 millones de euros (casi 5.000 millones de pesetas) en Capdepera y su zona costera. La Navidad se adelantó unos días en el número 35 de la calle Cocomar de Cala Rajada ante la administración número 1 de Capdepera, donde se reunieron más de 200 personas entre agraciados con uno o más décimos, gente con algún «pellizco» o vecinos y conocidos que aprovecharon para alegrarse también y brindar con cava por la suerte, aunque ésta fuera ajena.

Con el elevado montante dejado por el «Gordo», lo difícil era que la suerte hubiera caído muy lejos, por lo que quien más quien menos tenía algún motivo para alegrarse. Los décimos de las 15 series vendidas están muy repartidos entre Capdepera y la zona costera. De hecho, el APA del instituto de la localidad vendió cuatro series del 42.473 en papeletas para el viaje de estudios de los dos cursos de 4º de ESO a París y los décimos de las 11 series restantes fueron adquiridos directamente en taquilla por vecinos y trabajadores de la zona costera. No se quedó ningún décimo sin vender.

Minutos después de que el reloj marcara las once de la mañana, el teléfono no paró de sonar en la administración número 1. La gente comenzó a congregarse en la calle y el propietario del centro expendedor de loterías, Joan Vicens Lliteres, se mostraba perdido atendiendo llamadas, abrazando a amigos y conocidos e intentando mantener una serenidad que se desbordó con la llegada masiva de agraciados. A partir de ese momento, comenzaron a descorcharse las botellas de cava y la calma de aquellos que aseguraban: «No sé que haremos con el dinero, no lo hemos pensado», pasó a un «me pago el piso y me voy de viaje».

Los vecinos de la localidad celebraron durante toda la mañana el premio, la alegría llegó a todo el mundo. Incluso el alcalde quiso festejar la lluvia de millones con los residentes de Cala Rajada.