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Una cada vez más creciente presión asistencial que en el hospital comarcal de Manacor se ha traducido en un exceso de demanda asistencial, ha obligado a este centro hospitalario a tener que derivar pacientes a otros hospitales y clínicas de Mallorca. Este extremo ha sido confirmado a este periódico por parte de la jefe de servicios médicos, Isabel Borrás.

Entre los meses de enero y esta primera quincena de febrero, el hospital de Manacor se ha visto forzado a implantar una medida de choque para poder así hacer frente a la saturación que en los meses de más incidencias de virus y enfermedades respiratorias padece la Fundación. De esta manera, se han derivado hacia el hospital de Son Llàtzer un total de 25 enfermos. De hecho, durante los meses de más presión asistencial, el hospital de Manacor ya tiene concertadas 15 camas en Son Llàtzer para que siempre que la situación lo exija, se puedan derivar pacientes de un centro a otro.

El exceso de demanda asistencial es la consecuencia inevitable del crecimiento de la población dentro del área de influencia que conforma el hospital. Los desencadenantes más claros de todo este fenómeno son la llegada y establecimiento de inmigrantes en la comarca y la población flotante que a pesar de no estar registrada, también acude al hospital de la localidad. La saturación del hospital es una realidad que también ha sido denunciada por los sindicatos, que a su vez exigen una ampliación del número de camas en Manacor con la finalidad de no tener que derivar pacientes a Son Llàtzer u otros centros hospitalarios concertados.

Cabe recordar también que en estos momentos IB-Salut y la gerencia del hospital de Manacor están ultimando un plan de choque para reducir las listas de espera por revisión ginecológica ordinaria. Se trata de que las mujeres que precisen revisión anual o bianual no tengan que esperar más de un año para ser atendidas. Con este fin, algunas pacientes tendrán que acudir a la visita a otro centro que no sea el de Manacor.