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Tras 155 años de servicio al pueblo, las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul abandonan Pollença y su labor al frente a la residencia de la tercera edad.< Sor Francisca Nicolau, actual gerente de la Residència, asegura «que desde hace unos meses estábamos preparando la marcha de las cuatro hermanas que quedamos, y por circunstancias que rodean la Residencia, (las cuales no ha querido especificar) creemos que es el momento oportuno para dejarlo».

Aunque no han concretado el día exacto de su marcha, tienen previsto que sea durante la segunda quincena de marzo. Sor Francisca quiere dejar claro, que «la edad no es el factor determinante» que les ha llevado a tomar esta decisión. «Gracias a Dios, tengo la misma capacidad intelectual y mental que hace 20 años», asegura rotunda. Las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul llegaron a Pollença en el año 1849, concretamente al colegio Sant Jordi, donde fijaron inicialmente su residencia. Desde entonces han venido desarrollando, de manera altruista una gran labor social y humana en el municipio.

Desde hace 80 años esta congregación dirige además, la residencia de ancianos, ubicada en el antiguo convento de Santo Domingo. Sor Francisca, Sor María y Sor Juana Aina, junto con las 10 empleadas atienden a los 36 ancianos que viven en la residencia. Por su parte la hermana Mercedes, trabaja como educadora en la escoleta del Colegio Sant Jordi. Ahora se trasladarán a alguna de las 25 casas que la Congregación mantiene en Mallorca. Las propias hermanas han pedido tanto al Ajuntament como a los pollencins que no les hagan ningún tipo de despedida «porque para nosotras el trabajo bien hecho y el deber cumplido es la mejor despedida».