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XISCA FERRER
El parque de n'Hereveta de Porreres se llenó el sábado por la noche con más de 4.000 personas que acudieron a la cena popular de Sa Torrada, en la que estuvo el alcalde Joan Sastre y once alcaldes de municipios vecinos. A las 21 horas empezaron a llegar los porrerencs para prepararse para la torrada y poner la carne en la parrilla.

Allí, el Ajuntament había preparado mesas, sillas y parrillas fuego para las miles personas que acuden a este acto de las fiestas de Porreres. La comida corría a cargo de los vecinos. La entrada al recinto era gratuita para los porrerencs y porrerenques que llevaban puesta la «pulsera» de las fiestas y para los foráneos el tiquet fue de seis euros.

Aunque el calor apretaba al lado del fuego, fueron muchos los que se acercaron para tener su cena lista y los pinchos de carne fueron el plato preferido de muchos a la hora de comer. Además, durante la cena no faltó el vino de la tierra a cargo de las Bodegas Jaume Mesquida, en una gran barril de vino. Para acabar la fiesta, después de la verbena, a las seis de la mañana se repartió chocolate y ensaimadas para los asistentes.