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GORI VICENS
La novillada anual de las fiestas de Sant Agustí de Felanitx que se celebró en la plaza de toros La Macarena contó con seis bravos novillos, tres de la ganadería de Doña Caridad Cobaleda y otros tres novillos del hierro mallorquín de Son Rossinyol. La terna de novillero para la ocasión estuvo compuesto por Enrique Guillem, de Barcelona; Alberto Lamela, de Jaén; y el mallorquín Jesús López, que se erigió en el gran triunfador de la tarde noche con la consecución de un oreja dos orejas y rabo.

El primer y cuarto novillo de la tarde fueron para Enrique Guillem, que saltó a la plaza con traje azul marino y oro. En su primera aparición consiguió corta una oreja con una faena que encandiló al respetable y culminó con una gran estocada. En su segundo novillo no consiguió no tuvo suerte con el acero y realizó cuatro intententos para despachar a su enemigo.

El jienense Alberto Lamela se encargó del segundo y quinto novillo de la tarde. Saltó a albero de la Macarena vestido de blanco y oro. En el primer de su lote no logró cuajar una buena faena, aunque el respetable supo, con una ovación, reconocer el mérito y las ganas que puso. En cambio, en su segundo ejemplar realizó un agran faena que cerró con una gran estocada. El público lo premió con dos orejas.

El tercero en aparecer en la arena de Felanitx fue la joven promesa mallorquina Jesús López, que ataviado de grana y oro se convirtió al final de la noche en el gran triunfador del festejo.

A su primer novillo le cortó un apéndide tras entrar a matar en dos ocasiones y ante el segundo de su lote logró cuajar una fanea profunda, de temple y armonía que puso al público en pie. Al final se le concedieron dos orejas y el rabo máximo trofeo en el mundo taurino. El palmesano se convirtió en el gran triunfador de la noche. A la ovación le siguió la vuelta al ruedo del joven novillero a hombros del público.

Fue una jornada de Sant Agustí con un buen espectáculo taurino marcada sobre todo por el buen faenar de un joven que hizo las delicias del público.