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El Ajuntament de Binissalem no puede recepcionar la nueva urbanización del Rasquell, ya que ha detectado una serie de deficiencias en la red de alcantarillado y las acometidas de agua.

Antes de que el Ajuntament aprobara la recepción de la urbanización, los ingenieros se encargaron de comprobar el estado del Rasquell y detectaron que las instalaciones funcionan pero no se adaptan exactamente al proyecto. Así, para evitar problemas de cara a los próximos años, el Ajuntament exige ahora a la junta de compensación que ejecutó estas obras, a través de una empresa constructora, que subsane esta cuestión.

La urbanización del Rasquell cuenta con unos 200 solares y los defectos detectados en el Rasquell podrían llegar a afectar a un centenar de personas, ya que todavía hay vecinos que no viven en la urbanización.

La recepción de la urbanización se hubiera podido realizar hace ahora un año y, de momento, el Ajuntament no la ha aceptado. Una vez el Ajuntament acepte recepcionar la obra, los gastos de mantenimiento y conservación del Rasquell irán a cargo del Ajuntament.

Este hecho ha provocado que muchos vecinos de la zona se preocupen por el estado de la urbanización, por lo que ahora el Ajuntament mantiene una serie de reuniones con la junta de compensación para evitar problemas futuros y para que se subsanen las deficiencias. Según la junta de compensación, en un breve periodo de tiempo estas deficiencias puedan ser subsanadas o compensadas y el Ajuntament podrá recepcionar las obras. Hasta que eso pase, no se podrán dar todos los permisos para poner los contadores de corriente de agua en todas las casas acabadas de la urbanización.