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La Guardia Civil se desplazó a primera hora de la tarde de ayer al puerto de Cala Bona, en Son Servera, para investigar la aparición de numerosas melvas flotando en aquellas aguas. Según explicaron desde la Comandancia palmesana, a las 13.00 horas Protección Civil se puso en contacto con la Benemérita para alertar de grupos de peces muertos en el puerto de Cala Bona.

Algunos pescadores habían reparado en aquella circunstancia anormal, y habían dado la voz de alarma. Cuando la patrulla llegó al puerto confirmó la aparición de melvas muertas, un tipo de pez similar al bonito. Los agentes se entrevistaron con algunos propietarios de barcas y les preguntaron si habían detectado algo anormal en los últimos días. También inspeccionaron las aguas próximas por si se había realizado algún vertido nocivo, pero el agua estaba en perfecto estado.

La explicación más lógica que barajan de momento los funcionarios es que algún pescador decidió arrojar los pescados cerca del puerto, quizás por que tienen difícil salida en el mercado. Luego la corriente los arrastró hasta las instalaciones de Cala Bona, provocando cierta alarma. El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) ha sido informado del incidente.