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V. M. L. El voto de calidad del alcalde, Lluc Tomàs, permitirá al Ajuntament de Llucmajor adoptar un paquete de medidas de choque contra el enorme agujero de las cuentas públicas. El PP se quedó solo para aprobar una drástica subida de impuestos, un presupuesto municipal que arrastra un déficit de 4'6 millones de euros y un plan de ajuste financiero que instaura tasas para el servicio de ayuda a domicilio.

Mientras la concejala de Hacienda, Margalida Roig, defendía la propuesta porque «el Ajuntament lleva años dando servicios que no le corresponden», la oposición en pleno culpaba al alcalde de hacer «pagar los platos a los de siempre», en palabras del portavoz socialista, Joan Jaume Sastre. Con la misma contundencia, la portavoz del PSM, Joana Lluïsa Mascaró, afirma que: «el PP ha pasado de más seguridad y menos impuestos a subidas de impuestos a troche y moche».

Ante la ausencia de ediles de ASI tras la dimisión de Rabasco, el voto en contra de toda la oposición tuvo que ser compensado por Tomás. El pleno también dio luz verde, esta vez por unanimidad, a la cesión de terrenos para construir sendos colegios en Llucmajor y en Puig de Ros. Además, también se dio luz verde, en este caso con el voto en contra del PSOE a la ordenanza reguladora de la ORA, que comenzará a cobrarse en el municipio, con un mínimo de cuarenta céntimos.