TW
0

Las obras de construcción de la residencia de la tercera edad del Port de Pollença llevan más de un año prácticamente paralizadas. La primera piedra del edificio se colocó el 19 de agosto de 2006. De hecho, fue uno de los primeros actos oficiales de Bartomeu Cifre (PP) como alcalde. Sin embargo, desde entonces los trabajos casi no han avanzado.

En el solar municipal situado en la urbanización de Llenaire, apenas pueden verse hoy los pilares que sustentarán el futuro edificio y es que la empresa concesionaria de la residencia, encargada de construir y gestionar las instalaciones, arguye que el diseño de este edificio es «funcionalmente complicado para la convivencia», por lo que ha solicitado una modificación del proyecto que finalmente ha autorizado el nuevo equipo de la Conselleria d'Afers Socials del Govern de les Illes Balears.

La consellera Fina Santiago confirmó esta semana que «se ha modificado el proyecto, que es mejorable en algunos aspectos, porque por ejemplo la zona de residencia estaba muy separada del resto de servicios», si bien recordó que se trata del mismo diseño de la residencia de Montuïri.

Santiago explicó que, tras encontrar paradas las obras, el nuevo equipo de la Conselleria inició conversaciones con la constructora y finalmente el pasado 15 de octubre emitió una autorización para modificar el proyecto. «Tenemos la esperanza de que en un plazo breve de tiempo (dos meses como máximo) se reanuden las obras», añadió la consellera.

Lo cierto es que ayer una pala excavadora trabajaba en el solar de Llenaire.
La residencia geriátrica del Moll tendrá capacidad para 150 usuarios, 120 asistirán a la zona estrictamente residencial y 30 al centro de día. De haberse cumplido los plazos establecidos en el contrato, el centro residencial debería haber abierto sus puertas el pasado mes de agosto pero lo cierto es que queda prácticamente un año de obras.