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Poco se sabe del Museu Etnológic de Muro, el único de estas características construido en Mallorca, fuera del municipio. Y es que el museo, propiedad del Ministerio de Educación, tiene unos horarios poco adecuados para recibir visitas. Tan solo abre sus puertas de 10 a 15 horas, de martes a sábado; de 17 a 20 horas, los jueves, y de 10 a 14 horas, los domingos por las mañanas, lo que no facilita la entrada a los interesados.

Por esta razón y para intentar dinamizar el museo construido en el Casal de Can Simó, el Ajuntament de la localidad está en negociaciones con la Conselleria d'Educació -que tiene la concesión del museo desde el año 1983- para poder dinamizar el centro que no es aprovechado por ninguna institución.

El regidor de Cultura del Ajuntament de Muro, Ramon Quetgles, señaló que «estamos en conversaciones con los representantes de la Conselleria d'Educació i Cultura del Govern balear, aunque ya nos han avisado que no se trata de un paso fácil, porque tenemos que poner de acuerdo a tres organismos para poder cambiar el funcionamiento del museo».

Desde el Ajuntament de la localidad pretenden firmar un convenio con la Conselleria d'Educació que «nos permita poder organizar actividades culturales y, si cabe, poder facilitar el acceso a los visitantes con un mejor horario de cara al público», según manifestó Ramon Quetgles.

Aunque desde el Consistorio se quiere potenciar el valor del museo desde hace años, aún no se ha conseguido que las instituciones supramunicipales den vía libre al Consistorio para sacar más partido de las exposiciones y salas que existen en el Casal de Can Simó, un edificio propiedad también del Ministerio de Educación.

El museo fue inaugurado en el año 1965, con el objetivo de recoger la forma de vida de un municipio, sus artes populares y sus oficios artesanos. El edificio está dividido en dos plantas y tiene diversas salas monográficas dedicadas a los oficios artesanos. En las dependencias del museo, se pueden encontrar todo tipo de objetos y herramientas que se utilizaban antiguamente que ilustran la evolución de los oficios artesanos desarrollados en Mallorca.

Allí se encuentran herramientas del oficio de zapatero, tejedor, carpintero, cucharero, tornero o joyero, que han sido donadas por particulares o adquiridas en el rastro de Palma.