Imagen de archivo de una reunión de trabajo del equipo de gobierno cuando todavía reinaba la unión. | G. Alonso

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La reacción no se hacía esperar y ayer se abría de nuevo el telón para poner en escena un nuevo acto de la tragicomedia en que se ha convertido en las últimas semanas el PP de Manacor.

Era el turno de los de Antoni Pastor. La todavía portavoz del grupo municipal popular de Manacor, Catalina Riera, lanzó duras palabras contra el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, a quien acusó de «intentar un golpe de Estado en el Ajuntament de Manacor, con presiones a los regidores y cargos encima de la mesa y otras muchas cosas que no voy a comentar».

Era la respuesta un día después a las declaraciones del presidente de la junta gestora del PP de Manacor, Antoni Sureda, realizadas en el pleno ordinario celebrado el lunes, cuando éste acusó al alcalde de «tener secuestrado al PP local».

«Si hay alguien que tiene secuestrado al PP local, éste es Bauzá, que no sé las ocupaciones que tiene un presidente, pero sí que durante cuatro horas reunió a los ediles de Manacor y les intentó convencer de dejar a Pastor diciéndoles que ya tenían los 11 ediles necesarios para hacer una moción de censura», comentaba la portavoz del grupo municipal popular». Riera también pidió «coherencia» y «un trato igual para todos». Así, instó al comité de disciplina a que «actúe con la misma contundencia que actuó con Antoni Pastor» y que se abran expedientes para «los tres ediles que, estando en el grupo municipal popular, se desmarcaron y se abstuvieron en decisiones fundamentales. Pedro Rosselló, que está en el comité y estuvo en el pleno, supongo que tomó nota».

«Fue una falta de responsabilidad gravísima. Se votaba una rebaja en las tasas de la escuela de música y la posibilidad de que tire adelante la modificación de las normas subsidiarias para levantar la moratoria que hay en Fartaritx, donde hace 30 años que los vecinos no pueden pedir licencias. Habrá que pedirles explicaciones», concluyó.