Los vecinos de enfrente del Parc Verd denuncian amenazas. | Elena Ballestero

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La normativa municipal prohíbe expresamente la extracción de chatarra y residuos del Parc Verd de Binissalem, no obstante es una constante a las puertas del recinto especialmente los fines de semana encontrar personas que viven de la recogida y venta de chatarra.

Ramon Morote y Teresa Pons, ambos vecinos de la calle s'Aigua, en la que se ubica el centro de recogida de residuos, han denunciado ante la Policía Local y la Guardia Civil presuntas amenazas de muerte por parte de algunos de los chatarreros.

Preguntado sobre la cuestión el alcalde, Jeroni Salom, aseguró ayer que el Parc Verd no provoca problemas graves y que no está previsto su traslado. «Las de estos vecinos son las únicas quejas que hay en toda la calle», dice Salom que atribuye la situación a «una cuestión personal».