Los controles de los accesos a las verbenas de Biniali funcionaron. | Pere Bota

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Las medidas adoptadas parecen haber hecho efecto y la noche de este viernes fue mucho más tranquila que hace un año en Biniali, cuando se desataron brotes de violencia y se dieron numerosos comas etílicos.

Este año ya se había anunciado que iba a haber un control del acceso de menores a la verbena, para que aquellos con 16 años o menos no pudieran entrar a menos que fueran acompañados por un adulto. Esto amén del control del botellón y de la prohibición de entrar alcohol en el recinto.

2.500 personas
La concentración, no obstante fue notable y la fiesta congregó a unas 2.500 personas en la verbena de las fiestas de Sant Cristòfol de Biniali.

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Los brotes violentos fueron la nota destacada de la edición anterior de las fiestas. El hecho más grave fue cuando una treintena de jóvenes con edades comprendidas entre 14 y 19 años, muchos de ellos de Binissalem y Alaró, persiguieron a un chico negro que acababa de cometer una violenta agresión, rompiendo una botella en la cabeza de un chico. El grupo, durante la persecución, arrolló a vecinos que cenaban en la calle a la fresca y algunos de ellos resultaron heridos. En aquella ocasión se pudieron escuchar gritos racistas.

Este año, la Policía Local ha tenido que intervenir en dos altercados violentos, pero ninguno de ellos de la gravedad del que antes señalábamos.

También abrió 20 procedimientos sancionadores por consumo de alcohol en la calle (botellón) y se registró una intervención por coma etílico, muy lejos de la veintena que se tuvieron que atender hace un año.