Alternativa per Pollença denuncia que desde hace decenas de años se ha construido sin cesar en suelo rústico, en la costa y en las zonas húmedas. La acción ha provocado un «consumo desmesurado del territorio que ha sido posible por la vista gorda de técnicos y políticos». | Redacción Part Forana

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Las reacciones a la noticia que publicó este jueves este periódico sobre la denuncia que ha presentado la Fiscalía Anticorrupción contra el alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, por una trama urbanística, no se han hecho esperar. Alternativa per Pollença asegura que, durante las últimas décadas, el «oscurantismo» ha marcado el urbanismo en el municipio y espera que «el proceso judicial pueda aportar la luz necesaria a un tema que se ha querido mantener oculto durante mucho tiempo de manera intencionada».

El grupo de la oposición, cuya portavoz es Marina Llobera, no duda en sentenciar que «la disciplina urbanística ha brillado por su ausencia» y recuerda que «desde que iniciamos nuestra actividad política en Pollença venimos denunciando, prácticamente en solitario, la indisciplina urbanística y las irregularidades municipales». Y sigue: «Es triste ver que ha sido necesario un escrito del exarquitecto municipal Rafel Balaguer para que la Fiscalía se ponga a investigar lo que todo el mundo ya sabía».

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Alternativa mira hacia Balaguer como uno de los presuntos responsables en la trama. Asegura que «solía tomar decisiones orientadas a defender los intereses de los propietarios y no el bien común y no ha dudado en usar su puesto de trabajo y acceso a la información para intentar influir en los regidores y en las decisiones políticas. Nos gustará conocer cuál es el grado de responsabilidad del que fue arquitecto municipal durante 20 años».

A raíz de la denuncia de Balaguer (actualmente jubilado y que mantiene una disputa pública con el actual arquitecto y exconseller d’Obres Públiques, Jaume Carbonero), el fiscal Anticorrupción Juan Carrau ha presentado denuncia contra el alcalde, Miquel Àngel March, en el juzgado de Inca, por un presunto delito de omisión de denuncia (Balaguer habría advertido de las presuntas irregularidades urbanísticas al alcalde). El proceso judicial también podría implicar a los exalcaldes de Pollença Tomeu Cifre Ochogavía y Joan Cerdà. También a varios técnicos municipales.