El origen del conflicto está en el uso de un pabellón municipal situado en el polideportivo. «En enero llegamos a un acuerdo con el Ajuntament y nos cedieron el uso de la mitad de este pabellón puesto que somos un club con unos cuarenta niños y niñas federados; todo el material que hay en el interior, conos, aros, escaleras y unas carpas para que los niños se pudieran cambiar cuando vienen directos desde el colegio, lo hemos pagado nosotros, no el Ajuntament como ha afirmado Sastre», señala Quetglas.
Amics del Ball, asociación que imparte clases de baile a unos 150 niños y niñas, se ha quedado sin local para sus ensayos coincidiendo con el inicio del curso, puesto que debido a la Covid–19 no puede seguir utilizando el gimnasio del CEIP Binissalem como ha hecho hasta ahora.
Hace unos días Marga Sastre señaló a Ultima Hora que «hemos estado pagando 600 euros mensuales por el alquiler del pabellón escolar cuando otros tienen espacios gratuitos y ahora que no podemos usarlo, el alcalde no nos da una ubicación alternativa». Asimismo en sus publicaciones en las redes sociales, Amics del Ball confirmó que el Ajuntament les había ofrecido ensayar en otros espacios al aire libre.
Campaña
El club de defensa personal señala que «Sastre ha comenzado una campaña de difamación con audios y vídeos en las redes sociales que han corrido por todo el pueblo, en las que profiere graves injurias y falsedades, que me afectan no solo a mi, sino que menciona a mi familia, desprestigiando a nuestro club».
Quetglas lamenta que con estas publicaciones «Sastre crea un triste enfrentamiento entre niños y niñas que van al mismo colegio y entre los padres, muchos de los cuales son vecinos del mismo pueblo». El alcalde, Víctor Martí (UxB) señala que «estamos trabajando en buscar una solución, pero hay gente que está muy nerviosa o mal asesorada».
Por su parte, Marga Sastre apunta que «no habría llegado a esta situación si el Ajuntament hubiera hecho un reparto justo de los espacios entre todas las asociaciones».
