La escultura de Sor Francinaina Cirer, obra del escultor Jaume Mir, fue trasladada desde su ubicación original en la escalinata de acceso a la iglesia, hacia una pequeña terraza lateral. Allí permanecerá unas semanas, mientras se construye una rampa entre los escalones para dar acceso universal al templo. Posteriormente, tanto la escultura como el pedestal que forman el monumento de la Beata volverán prácticamente a su ubicación original, desplazada muy levemente para poder encajar la rampa.
Como recuerda el cronista local, Jordi Llabrés, el monumento a la Beata, con escultura de Jaume Mir y proyecto de la escalinata y rellano de José Oleza, fue la principal actuación realizada en Sencelles con motivo del centenario de la muerte de Sor Francinaina Cirer. «El 27 de febrero de 1955 fue colocada la primera piedra, y fue bendecido el 15 de agosto, en presencia de las autoridades militares, civiles y religiosas de la época, y una amplia representación de las monjas de la Caridad; ambos fueron actos multitudinarios, con todo el pueblo presente y gente llegada de toda la Isla», apunta Llabrés, en base a las crónicas de aquel año.
Reforma integral
El traslado provisional del monumento se debe al inicio de las obras de reforma integral de la plaza. El proyecto, realizado por los arquitectos Moneo Brock, fue escogido por los vecinos mediante un proceso participativo y dará un giro radical a este espacio público. Entre otros cambios, se suprimen las plazas de aparcamiento y se dotará de zonas verdes, bancos y pérgolas, además de eliminar las barreras arquitectónicas. Está previsto que esté listo en febrero.
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