Los coches estacionan en el arcén pese a la línea amarilla.

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El problema del aparcamiento en las inmediaciones de Cala Varques, una de las calas vírgenes más emblemáticas y visitadas de Manacor, vuelve a aflorar con el inicio de la temporada turística. Así, el acceso a la playa se ha convertido un año más en un caos circulatorio. Coches aparcados en el arcén de la carretera que va de Porto Cristo a Portocolom y en los camino de acceso a viviendas de particulares son la estampa diaria de la localización.

Esta situación provoca, por una parte, un riesgo importante tanto para los coches como para las personas que van caminando por la carretera hasta el camino público de acceso a la cala, y por otra, molestias a los vecinos que, de forma reiterada, tienen dificultades para acceder a sus domicilios. En este sentido, algunos de ellos - los afectados por el tema de párking - lamentan la falta de disposición por parte de las administraciones para arreglar este problema y señalan que «llevamos años pidiendo ayuda y ni se nos recibe».

En 2022, el Ajuntament manacorí presentó al Govern el ‘Pla Especial per a l’adequació de l’accés a Cala Varques i dotació d’aparcament de vehicles’, un documento para desarrollar una nueva zona de aparcamiento para hasta 32 vehículos y 15 bicicletas como una de las medidas para evitar aglomeraciones en Cala Varques y que debía estar lista en verano del año pasado. Sin embargo, este plan continúa en punto muerto más de un año después de que la desaparecida Comissió de Medi Ambient del Govern resolviera favorablemente en febrero de 2023. Aunque el Ajuntament de Manacor formuló de nuevo a la Comissió un informe solicitando varias aclaraciones a la primera resolución, éste se contestó a través de un informe técnico en marzo de el mismo año.

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Desde hace años, las diferentes administraciones públicas buscan medidas eficaces para acabar con los problemas de movilidad en las inmediaciones del camino de Cala Varques, por ahora, sin éxito. En 2018, el Consistorio cerró el camino público con una barrera para evitar el paso de vehículos y los problemas de estacionamiento se agravaron en la carretera. Ante esta situación, el Consell de Mallorca colocó barreras de madera y pintó líneas amarillas en la calzada en las inmediaciones del camino de la cala en verano de 2020, pero la prohibición tampoco dio sus frutos.

El actual equipo de gobierno municipal ha vuelto a incluir este proyecto en su Plan Normativo Anual de 2024, lo que supone reconocer el proyecto como prioritario, aunque a día de hoy aún no se han activado los trámites para poder ejecutarlo.

Al problema de estacionamiento y acceso, se le suman además otros contratiempos asociados a la masificación. Pese a la prohibición específica de hacer psicobloc o tirarse por los acantilados, la falta de vigilancia hace que se sigan dando estas prácticas. La venta ambulante, también prohibida, sigue dándose en momentos puntuales.

Cala Varques, con ochenta metros de playa, forma parte del Área Natural de Especial Interés (ANEI) de las Cales de Manacor.