Acuerdo. Tras años de discrepancias, la locomotora diésel diseñada exclusivamente para circular por las vías del Tren de Sóller volverá a su lugar de origen. A cambio, la Fundació Ferrocaib recibirá una nueva locomotora diésel para el futuro Museu del Ferrocarril de Son Carrió, ya en marcha. | Cati Amores

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La histórica locomotora diésel Ferrotrade D1, fabricada en 1968 exclusivamente y de forma especial para ser parte del Tren de Sóller, vuelve oficialmente a su lugar de origen. Este jueves, el gerente dels Serveis Ferroviaris de Mallorca, José Ramón Orta; el presidente de la Fundació Ferrocaib, Guillem Febrer, y el presidente del Tren de Sóller, Óscar Mayol, escenificaron en Manacor, donde se encuentra actualmente la máquina, la cesión de ésta al Tren de Sóller por parte de Ferrocaib. La cesión ha sido posible gracias a la intermediación de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) y que llega después de que la dirección del Tren de Sóller, hace ya casi 10 años, solicitara su recuperación y un litigio de por medio.

Historia

Según explicó Orta, esta máquina diésel nació después de que las constantes faltas de electricidad de la época hicieran que desde el Tren de Sóller decidieron apostar por otras formas de energía para movilizar su ferrocarril y poder continuar con su actividad lo mejor posible. Así, se mandó construir esta máquina diésel a Madrid para dar respuesta a esta necesidad. «La máquina en cuestión es exclusiva e única, diseñada especialmente para recorrer las vías del Tren de Sóller, las únicas en la que se puede utilizar», matizó Mayol. Y es que el ancho de sus ruedas, concretamente de 944 milímetros, está hecho con el sistema métrico inglés, en yardas, y es inferior al que tienen los ferrocarriles del resto de vías de la Isla, tal y cómo explicó Orta.

Esta locomotora fue cedida en 1998 a Amics del Ferrocarril quién la aportaron después a la Fundació Ferrocaib. Desde la fundación se han encargado todos estos años de su conservación. La máquina ha estado durante años en la antigua estación de tren de Son Carrió, en Sant Llorenç des Cardassar. Desde el pasado mes de agosto, cuando empezaron las obras de reconversión de la nave de la estación en el futuro Museu del Ferrocarril de la localidad, se trasladó a Manacor.

Desde Ferrocaib, Guillem Febrer, señaló que «para nosotros es una satisfacción haber podido conservar tan bien la locomotora durante tantos años» y subrayó que «el hecho de que pueda volver donde debería haber estado siempre es una buena noticia».

La cesión de esta locomotora también conlleva que el Tren de Sóller adquiera otra locomotora diesel que cederá a la Fundació Ferrocaib a cambio y que podrá formar parte del futuro Museu de Son Carrió. Una vez recuperado, ahora será el Tren de Sóller quién se haga cargo de la reparación final para que pueda volver a recorrer las únicas vías donde encaja y se cierre, por fin, este círculo. La locomotora pesa 31 toneladas y tiene una potencia de 500 caballos. Estuvo de servicio hasta los años 80 del pasado siglo. Se prevé que vuelve a estar en funcionamiento en poco más de un año y medio.