Clemente recuerda que hace 23 años tuvo un GT Turbo y lo vendió y poco tiempo después se dio cuenta de que había cometido un grave error y comenzó la búsqueda para hacerse con otro. Después de un tiempo logró localizar uno en Mallorca, ya que el requisito para hacerse con uno era que tuviera matrícula de Balears. La verdad es que la compra no fue una ganga, ya que el coche estaba en muy malas condiciones y hubo que restaurar por completo el motor, darle un buen lavado de chapa y pintura y mejorar el interior. Afortunadamente, Clemente tuvo ayuda de varios amigos, entre ellos Pedro Roig, que tiene conocimientos de casi todo.
UN CAPRICHO DESDE SIEMPRE
No se considera un coleccionista y no tiene otros coches, ya que es una afición a la que hay que dedicarle mucho tiempo y dinero, pero sentía la necesidad de tener un coche como el GT Turbo que le había encantado en sus primeros años de conducción. Para Clemente era una sensación que no podía explicar, pero este coche le hacía feliz y espera poder conservarlo durante muchos años para su propio disfrute.
En cuanto al vehículo, decir que se trata de unos de los modelos más conocidos y míticos fabricados por Renault y el precursor de los actuales compactos deportivos de tipo GTI. Renault, con su R5 GT Turbo, logró poner a la venta un modelo potente y con unas características que lo hacían muy deportivo, a un precio asequible que podía hacer que gente que económicamente no podía aspirar a deportivos de gama alta, pudiera disfrutar de sensaciones deportivas. Así surgió el R5 GT Turbo, un coche nacido del compacto Renault 5 que montaba un motor dotado con un turbocompresor que lo hacía muy potente.
Pero como todo mito tenía su parte oscura: su alto índice de siniestralidad, tanto que se ganó el apodo de ‘la caja de muertos' y surgieron las leyendas urbanas sobre los problemas de un coche que le hacían tan peligroso. Una de esas leyendas decía que el coche al entrar en las curvas y soltar el acelerador, al bajar de revoluciones el turbo se disparaba y hacía que el coche fuera ingobernable y se acabase fuera de la carretera, pero la verdad es que la mayoría de estas leyendas son técnicamente discutibles y son mitos que se caen por su propio peso, pero que están bastante arraigados y aún se siguen oyendo a día de hoy. Son esas leyendas que acompañan a un coche durante toda su vida e incluso después de haber dejado de fabricarse. Lo que sí está claro es que fue un coche que marcó una época para una generación de jóvenes que buscaba velocidad.
14 comentarios
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Por cierto, esa matrícula es cambiada ya que cuando se matriculó salió a la callecon matrícula PM - BD (ya dije antes que yo tenía uno PM - BF). Antes de las tres letras actuales se cambió la matrícula de las islas que dejó de ser PM y pasó a ser IB por temas políticos. Se consideraba que PM era la representación de Palma de Mallorca y eso no gustaba a la gente del resto de la isla y a los menorquines, ibicencos y formenteresenses, por lo que pasó a ser IB (Islas Baleares)
Tuve uno de los últimos que compré nuevo con matrícula PM - BF. En esa época el R-5 normal aunque se vendía para flotas ya no se vendía al público. Sólo quedan los R5 GT Turbo Copa, como el mío, que ya pronto fue sustituído por el Renault Clio Williams. El peligro del GT Turno no venía por la vía de las leyendas urbanas, absolutamente falsas, sino porque era un coche que invitaba a ir rápido (el que se compraba un GT Turbo lo hacía para correr) y, normalmente, superaba las capacidades de conducción de la mayoría de sus conductores. Tan sencillo como eso. Además no tenía, como hoy edn día, ninguna ayuda a la conducción ni siquiera servodireccón y muchísimo menos ABS, control de tracción, estabilizador electrónico. No llevaba ni aire acondicionado. Sólo elevalunas eléctricos. Un coche precioso y maravilloso con el que había que tener los nervios templados y muchas manos para llevarlo en según que condiciones.
Por la matrícula, lo es de 1989 ó 1990, pero el modelo quizás salió al mercado unos años antes.
A Pep de Son Xigala. Perfecto, sigue fomentando la leyenda, así siguen subiendo de precio y los que tenemos uno en unos años nos forraremos. Anda lee un poco, hinjeniero!
Cuando uno compra un clásico que ya tuvo por nostalgia, pronto se suele acordar de por qué lo cambió por otro más nuevo... En todo caso, chapeau por este hombre que rescata un vehículo histórico de los que ya se ven pocos, para circular con él, y no para tenerlo a la sombra de un garaje.
er copa turbo !!!!, el coche de los quillos .
A Pepe de Son Xigala; por favor no sea tan cansino.
#Marc: Lo has explicado muy bien (tres veces) en el mismo post... aún así, sucedía con estos coches, que al subir de vuelta de forma brusca al reducir, se activaba el turbo (sólo una vez), pero se activaba.
La gente está muy confundida con el funcionamiento de un turbocompresor, Han oído hablar que el turbo entra a partir de las 2500 revoluciones por ejemplo, pero además de la revoluciones necesita presión de escape qué es lo que mueve el turbo, por lo tanto no son solo la revoluciones sino que además debe de haber presionado el acelerador para que haya presión en el escape y active el tubo, solo con que el motor suba de revoluciones por reducir de marcha no es suficiente, se tiene que combinar con el acelerador, cuando reducimos de marcha y el motor sube de revoluciones si no estamos dando gas no hay presión de escape por lo tanto no hay presión de turbo, esto ha sido así desde siempre y lo seguirá siendo, con o sin electrónica, por lo tanto que el coche saliese disparado por el simple hecho de subir de revoluciones es totalmente falso.
Muchos de los que hoy circulan por la islas son de mecánicos sino entre piezas y mantenimiento se te va un riñón...