Gloria y Stefan , junto a Cobra Selby de 1965, una verdadera joya. | Pilar Pellicer

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Gloria de Luna comparte su pasión por los automóviles antiguos con los rallyes clásicos. Por eso, no dudó en hacerse con una réplica exacta del Cobra Shelby 427 de 1965 al tratarse de un coche con unas prestaciones y una mecánica especiales, Además, cuenta con la ayuda de su amigo Stefan Pietzsch, que entiende mucho de mecánica y conoce este tipo de vehículos a la perfección. Ambos forman tándem en las competiciones de rallyes para coches clásicos en las que participan.

Stefan cuida el coche y lo repara cuando es necesario y, además, sabe todo sobre los vehículos de estas características. Gloria recalca que se trata de una réplica exacta a la que usaba el fabricante británico AC Cars para la alta competición. Se construyeron unos 30 modelos y cuando dejaron la competición fueron subastados a precios altísimos; de ahí que la empresa decidiera hacer réplicas para poner a la venta a precios muchos más asequibles.
En cuanto al vehículo, el AC Cobra es un automóvil deportivo anglo-estadounidense construido entre 1962 y 1966 por el fabricante AC Cars. En contra de la creencia popular, no fue este el primer automóvil en utilizar un chasis ligero, una carrocería de aluminio europeos y un potente motor V8 estadounidense, pero posiblemente haya sido el más famoso. Al igual que muchos fabricantes británicos, los automóviles AC usaban el suave y refinado motor Bristol de 6 cilindros en línea. El motor era un diseño de BMW de antes de la II Guerra Mundial, y la compañía lo consideró anticuado en los años 60. Bristol entonces tomó la decisión de parar la producción del motor y usar un Chrysler 313 pulgadas cúbicas 5,13 L de 8 cilindros en V.

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CARROL SHELBY

Aunque dicen que fue el piloto estadounidense Carroll Shelby el que consiguió que la compañía se decidiera usar el motor de 2.6 litros del Ford Zephyr en todos sus coches. Shelby, en septiembre de 1961, escribió una carta a AC proponiéndoles la construcción de un coche modificado capaz de montar un V8. AC aceptó, aunque curiosamente la primera opción de Shelby era Chevrolet, que la rechazó, pero AC necesitaba disponer de un proveedor. Fue elegido el motor 260 de 4.2 L de Ford. En enero de 1962, los mecánicos de AC, en la fábrica de Thames Ditton, en Surrey (Inglaterra), acoplaron el chasis CSX2000 con un motor 221 ci Ford de 8 cilindros en V. Después de las pruebas, tanto la transmisión como el motor se desmontaron y el chasis se envió por vía aérea a Carroll Shelby en Los Ángeles. Allí se le añadió un motor y en menos de ocho horas comenzaron los tests. Carroll lo denominó Cobra porque, dicen, así lo soñó una noche. Los primeros 75 Cobra Mark I montaron el motor 260 de 4.2 litros. Al número 51 Mark I de esa producción le fue implantada, como prueba, una versión mayor del motor Ford Windsor, el 289 4.7 L V8. Y hacia finales de 1962 comenzó a fabricarse el Mark II con algunas innovaciones importantes. Se construyeron alrededor de 528 Cobras Mark II hasta el mes de agosto de 1965.

A partir de 1963, el Cobra comenzó a perder su supremacía en los circuitos lo que llevó a diferentes decisiones que no llegaron a buen puerto. Era un gran coche con muchos éxitos deportivos, pero que económicamente era un fracaso que llevó a Carroll Shelby a dejar de importar automóviles desde Inglaterra en 1967. Hoy en día, su compañía, Shelby Automobiles, continúa produciendo los automóviles Cobra 289, FIA 289 y 427 S/C en su central en Las Vegas (Nevada). Estos automóviles mantienen el estilo y la apariencia de sus antecesores de los 60, pero con las comodidades modernas. Como dato curioso, en 2006 se vendió el Cobra de Shelby en una subasta en Arizona por la nada despreciable cantidad de 2,8 millones de euros.