Estéticamente no ha recibido más que pequeños restylings; esta es la comprobación de que es un vehículo que mantiene una estética con la esencia Jeep americana y que gusta mucho.
La primera vez que probamos este modelo en otra motorización, que fue al principio de que se pusiera a la venta, me sorprendió en positivo por su fuerza, dinamismo y agilidad, cuando parecía que tenía que ser un modelo más bien tosco.
Este modelo cuenta con un frontal muy al estilo Jeep, del que destacan la aparatosa parrilla delantera, que está flanqueada por unas ópticas con iluminación full led de lo más interesantes.
Las ópticas traseras se han mantenido cuadradas, pero internamente destacan también por hacer una especie de dibujo, además de tener la iluminación led.
Además llama poderosamente la atención el alerón situado en la parte superior y el emblema Trail Hawk, que le confiere una imagen más "americana".
Esta versión híbrida enchufable (4xe) dispone de un motor de 1.3 litros de gasolina que desarrolla 130 CV.
A este motor se le une uno eléctrico principal, que va situado en el eje trasero y que se alimenta de una batería de iones de litio de 11,4 kWh. Este lleva engranaje reductor, diferencial y desarrolla un total de 60 CV. Por ello, entre los dos arrojan una potencia total de 190 CV, una cifra que no está nada mal.
Después encontramos un segundo motor eléctrico, en este caso unido al de combustión, que permite que el Renegade 4Xe pueda ser siempre un vehículo 4X4.
La aceleración de este vehículo es muy buena ya que se pone de 0 a 100 en 7,5 segundos y la velocidad máxima es de 182 Km/h, más que suficientes.
El consumo anunciado por la marca es de 1,8 litros a los 100 Km, pero todo depende mucho del uso que le des al coche porque los 43 km de autonomía anunciados por la marca no son muchos, pero dependiendo del uso el consumo puede llegar a ser incluso más bajo.
En carretera, el Renegade tiene un comportamiento muy neutro y se muestra más ágil de lo que aparenta. Las suspensiones se muestran con la dureza justa para afrontar las curvas sin tender a subvirar en ningún momento.
Por su parte, el interior destaca por ser muy equilibrado, con suficiente espacio para las piernas de los que van sentados en las plazas traseras y con la amplitud suficiente para que tres adultos vayan de forma cómoda.
El maletero pierde pierde un poco de capacidad respecto a las versiones únicamente de combustión por la colocación de las baterías. Se queda en 320 litros, que son suficientes para albergar bultos bastante grandes.
En cuanto a la estética interior, la marca ha buscado un diseño robusto, prescindiendo del refinamiento de otros modelos de parecidas dimensiones, pero está claro que el Renegade «pide» este tipo de interior. El Compass, en cambio sí que lo tiene un poco más refinado.
El Jeep Renegade PHEV tiene muy buenos acabados en todos los materiales. De hecho, los asientos de cuero son de buena calidad, aunque podrían ser un poquito más cómodos. El equipamiento, que es bastante completo, es el mismo que el que llevan las versiones de combustión aunque lleva información específica en cuanto a la carga, autonomía…
Dispone de cámara de visión trasera y la pantalla no es de grandes dimensiones pero cumple perfectamente su cometido y permite obtener la información necesaria para el conductor.
Podéis encontrar y probar este bonito y práctico modelo en el concesionario de Autovidal en la Calle Gremi de Forners, 8 del Polígon de Son Castelló.
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