Inmigrantes marroquíes y subsaharianos, ayer, descansando en un local sindical.

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La carga policial que el jueves concluyó con el desalojo por la fuerza de los inmigrantes que se encontraban asentados en la Plaza André Malraux de Barcelona cosechó ayer sus primeras críticas y una querella promovida por las entidades de apoyo al colectivo de subsaharianos y magrebíes y dirigida hacia la delegada del Gobierno en Catalunya, Julia García Valdecasas. Aunque la querella supone una clara denuncia a la actuación policial, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, no dudó ayer en justificar la operación alegando que «no se puede aceptar la ocupación de la vía pública», pese a lamentar que se produjera por la fuerza, de momento la policía mantiene retenidos a 91 inmigrantes en el Centro de Internamiento de La Verneda, a la espera de examinar la situación particular de cada uno de ellos.

Como ya habían anunciado desde el jueves, los grupos que configuran la Plataforma de Apoyo al colectivo de inmigrantes que sufrieron el jueves la carga policial, tomaron las primeras medidas de denuncia contra esta actuación y exigieron «garantías del Poder Judicial» en el trato dispensado al colectivo asentado en plaza barcelonesa. Una veintena de partidos, sindicatos y ONGs han puesto sus locales a disposición de los inmigrantes que huyeron el jueves de la policía durante el desalojo de la Plaza André Malraux y han asegurado que cerca de un centenar de ellos se encontraba ayer por la mañana en sus sedes y otros seguían dispersos por la ciudad.

Por otra parte más de 300 personas se concentraron desde las 19.00 horas de ayer en la plaza Sant Jaume en protesta por la actuación policial de desalojo de los inmigrantes en la plaza André Malraux y para exigir la puesta en libertad de los 91 que siguen retenidos en el Centro de Internamiento de La Verneda. Los concentrados, de los que se prevé que haya una representación en la plaza durante 24 horas, gritaban consignas pidiendo «papeles para todos» y la libertad para los retenidos. En la mayor pancarta desplegada se podía leer «Solidaridad hermanos africanos detenidos. Pena de muerte y Ley de Extranjería, la misma porquería».

A las 20 horas, los concentrados en la plaza se acercaron más a las puertas del Ayuntamiento y gritaron «Clos dimisión» y «Cómplices», pidiendo así la dimisión del alcalde de Barcelona, quien justificó ayer la actuación policial. Una treintena de agentes antidisturbios de la Guardia Urbana cargaron unos instantes contra la primera línea de los concentrados a las puertas del Ayuntamiento, que gritaron «La policía tortura y asesina», entre otras consignas. Al menos 35 de los inmigrantes subsaharianos y magrebíes retenidos en la comisaría de La Verneda, tras el desalojo policial, serán expulsados, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno, que anunció que ayer se ha dejado en libertad a tres «sin papeles».