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EFE. ROMA La excusa de «aún no me han dado las notas» corre el riesgo de desaparecer de las estratagemas de los malos estudiantes italianos debido a un nuevo servicio de control a través de Internet ofrecido por los colegios a los padres. El ministerio italiano de Educación ha decidido destinar cerca de 110 millones de dólares para dotar a los centros educativos de la tecnología necesaria para que antes de finales de año, los padres puedan controlar las notas y la evolución escolar de sus hijos a través de la red. Hasta ahora, la iniciativa se ha puesto en marcha de forma experimental en treinta escuelas del país. El nuevo sistema es una especie de «espía informático» que permite comprobar las notas, las ausencias y los comentarios de los diferentes profesores sobre los alumnos. Este método no amenaza el derecho a la intimidad de los alumnos, dado que para acceder a las informaciones relativas a cada estudiante se necesita una contraseña propia y un programa que los responsables de los colegios darán únicamente a los padres. En los centros donde el «espía» ya funciona, se instalaron ordenadores a la entrada para que los padres que no disponen de ellos en casa puedan utilizar el novedoso sistema. Este ha sido bien acogido tanto por los padres como por los alumnos, reticentes al principio ante la pérdida de la prerrogativa de mentir a los padres sobre la vida académica, según señaló hoy Claudio Palma, director de uno de los colegios de Parma, norte del país, que ha ofrecido el servicio.