El Ministerio del Interior albanés confirmó que 21 inmigrantes
ilegales murieron en una lancha localizada por la Marina italiana
ayer en aguas del sur de Albania, mientras otras nueve personas
pudieron ser rescatadas.
Uno de ellos, Artur Rrokaj, es el hijo del jefe del departamento
para la lucha contra el terrorismo de la norteña ciudad de Skodra,
Bardhyl Rrokaj, y pariente del jefe de la policía de tráfico para
la región de Vlora, Ilir Rrokaj. Ambos funcionarios de la policía
han sido suspendidos y se está investigando si están involucrados
en el tráfico de personas, según el comunicado oficial.
Los cuerpos de las víctimas, de las que 18 eran mujeres y 3
hombres, fueron llevados por a la isla de Sazan, situada frente al
puerto meridional de la ciudad de Vlora.
Los supervivientes, todos varones de entre 20 y 30 años de edad,
fueron internados en el hospital de Vlora y dos de ellos se
encuentran en estado grave.
Siete ya fueron identificados como habitantes de las ciudades
norteñas de Lac, Lezhe y Skhodra, mientras la identidad de los
otros dos se está averiguando.
La Policía ha informado además de que ha detenido a los dos
conductores de la lancha y que ambos se encuentran actualmente en
la comisaría de Vlora.
El presidente del país, Alfred Moisiu, ha expresado sus
condolencias a las familias de las víctimas y ha considerado que
hoy «es un día trágico y de luto» para Albania.
Tras destacar que este suceso demuestra que a pesar de los
esfuerzos de las autoridades aún no es efectivo el combate al
tráfico de personas, Moisiu exigió que los responsables del
siniestro sean llevados ante la justicia y condenados.
Los rescatados fueron trasladados a Vlora en una nave de la
Marina Militar italiana, estacionada en el puerto albanés de
Durres, cerca de Tirana, que había localizado la lancha a la deriva
a 25 millas al sur de Vlora.
Las autoridades albanesas consideran que los inmigrantes
ilegales habían partido la noche pasada de las cercanías de la
ciudad de Vlora rumbo a Italia en la lancha de goma de 12 metros de
largo y provista de dos motores.
El ministro albanés de Sanidad, Leonard Solis, dijo que «las
víctimas murieron de frío. Las condiciones meteorológicas eran muy
difíciles, con temperaturas muy bajas, un viento fuerte, oleaje y
lluvias».
«Estamos buscando, junto a la Marina italiana, otros eventuales
cuerpos», declaró ayer el jefe del Estado Mayor albanés, Pellumb
Qazimi.
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