TW
0

Un equipo de investigadores del grupo en Microbiología de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha secuenciado por primera vez el genoma del Mycobacterium sp MHSD3, un aislamiento clínico de micobacterias no tuberculosas o de crecimiento rápido.

Este tipo de micobacterias pueden causar infecciones difíciles de tratar por su resistencia a los antibióticos. Están ampliamente distribuidas en el medio ambiente y son consideradas patógenos oportunistas emergentes.

El estudio, que se ha publicado recientemente en la revista científica internacional PLOS One, describe la presencia de un nuevo sistema de toxina-antitoxina (TA) en el genoma del Mycobacterium sp MHSD3.

Los sistemas toxina-antitoxina son pequeños elementos genéticos que codifican una toxina y su antitoxina. Estos dos elementos se expresan e interactúan entre sí, y se establece una situación en la que la antitoxina bloquea el efecto de la toxina.

En muchos casos, en condiciones de estrés, la menor estabilidad de la antitoxina favorece una degradación más rápida, y permite que la toxina ejerza su efecto.

En la investigación, el equipo de la UIB se ha servido de técnicas de secuenciación de nueva generación o de alto rendimiento, capaces de hacer un gran número de operaciones de secuenciación a la vez y a bajo costo.

El trabajo propone un modelo 3D generado por simulación computacional del sistema TA y describe la caracterización in vitro de la funcionalidad de sus elementos: el potencial tóxico de la toxina propuesta y su neutralización con la hipotética antitoxina o antídoto.

El estudio, dirigido por el doctor Antoni Bennasar Figueras, es un capítulo fundamental de la tesis doctoral de Daniel Jaén Luchoro. El trabajo se ha hecho en el marco del proyecto de investigación 'Genómica comparada de las micobacterias ambientales: implicaciones ecológicas y clínicas', con apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad y de los fondos Feder de la Unión Europea.