Robiols y crespells, y en menor medida las formatjades, son los pastisos más apreciados de la gastronomía pascual mallorquina. Dos especialidades que animan a elaborarlos en los hogares, en reunión familiar o entre amigos. Los hornos y pastelerías artesanas ofrecen también ricas recetas que facilitan la compra de estos dulces en caso de no disponer de mucho tiempo, aunque este año los precios de las materias primas han subido.
Pep Magraner, gerente de la Associació de Forners i Pastissers de Baleares, explicó que «en estos momentos se están revisando precios. Todo ha subido mucho, como es la carne de cordero para empanadas, por lo que su coste es más caro. La harina, desde el pasado mes de noviembre, ha ido subiendo de precio y ello, como el aceite y demás ingredientes, lo que propicia un ligero aumento en los pastisos. De todas formas, las expectativas son buenas para nuestro gremio, ya que la gastronomía dulce y salada de Pascua está muy arraigada en las Islas».
En Palma, desde el conocido Horno Santo Cristo su propietaria, María Mas, destaca que «en nuestro establecimiento elaboramos los robiols con rellenos muy tradicionales de requesón, cabello de ángel, confitura de albaricoque casera, crema y chocolate, que al fin y al cabo es lo que más nos pide la gente». Con relación a los crespells, la encargada, Mónica Delgado, señala que «es otro producto que se vende mucho durante la Pascua. Los hacemos lisos y de chocolate y este año hemos hecho de pequeño formato, con profusión de color y formas, que hacen las delicias de los más pequeños de la casa».
Recetas para hacer la masa de robiols hay muchas, se puede decir que cada familia tiene una o varias. Esta misma masa se puede emplear para hacer las formatjades, una especialidad que es típica de Pollença. Su forma es redonda con diez puntas. Pueden ir rellenas de requesón, crema, cabello de ángel o confitura. La masa se obtiene a partir de harina, yemas de huevo, manteca y un poco de azúcar
En Búger, en el Forn can Rafel, Rafel Solivellas indica que «en estas fechas tengo más encargos de robiols que de empanadas, pues en el pueblo la gente las hace en familia. Para la masa se dispone de 1 kilo de harina, 150 gr. de azúcar, 200 gr. de manteca, 150 de aceite de girasol, 2 yemas de huevo y 300 cl de zumo de naranja». «Para los crespells –continua Solivellas– empleo un kilo de harina, 400 de manteca, 300 gramos. de azúcar en polvo, 150 gr. de agua y 2 huevos enteros. Cabe recordar que también se pueden hacer crespells a partir de la masa de los robiols».
Los confites han hecho de nuevo su aparición en algunas pastelerías ya que durante dos años, al no haber desfiles procesionales, ya no se encargaban. En el Mercat de l'Olivar, en el puesto Gelabert de frutos secos, se pueden encontrar los confites de caperutxa pequeños, de color para los monaguillos y blancos para los penitentes adultos, además de peladillas. Este año sí, los peques disfrutarán con el reparto.
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