«No me puedo imaginar vivir en un lugar donde no haya dentistas»
Con esta premisa, Christian Vargas y Alfonso Jaume pusieron en marcha Dentistas sobre Ruedas
Alfonso, uno de los fundadores de DSR, con su abuela Coloma Vidal, que cedió gratuitamente su local de Palma donde se abrió la primera clínica solidaria. | Click
Ha llovido desde que la ONG mallorquinaDentistas sobre Ruedas empezase en 2007 su cruzada contra las afecciones bucodentales en Mauritania y Senegal, que echó a andar con una idea: Ofrecer odontología en zonas del planeta carentes de estos servicios. Porque quien ha tenido dolor de muelas o le faltan piezas dentales, sabe de primera mano que los dentistas son un bien muy necesario. «No me quiero imaginar vivir en un lugar donde no exista la figura de un dentista».
Esta fue la premisa a partir de la cual pusieron en marcha esta particular ONG dos jóvenes dentistas, Christian Vargas y Alfonso Jaume, cuando estudiaban la carrera de odontología en la UIC de Barcelona. «¿Qué necesitamos para poder trabajar en buenas condiciones? Un gabinete dental, pero, ¿dónde lo metemos? En un camión…», se preguntaron. Esa primera expedición de 2007, que duró tres meses en los que hicieron de dentistas ambulantes por cinco poblados (dos en Mauritania y tres en Senegal) cambió la mentalidad y la vida tanto de Christian como de Alfonso.
Fue una experiencia dura
«Hay que pensar que empezamos la casa por el tejado, en el sentido de que no sabíamos a dónde íbamos –nos dijo Alfonso en una conversación que mantuvimos con él días atrás–. No conocíamos ni la dureza del clima, con temperaturas superiores a los 50 grados, ni el idioma, ni la cultura, ni la idiosincrasia africana. El proyecto fue tenacidad y puro corazón –añade–. Eso sí, una cosa que hicimos muy bien desde el principio, fue contagiar toda esa nueva visión, toda esa energía y ganas de ayudar, a un montón de personas voluntarias que vendrían después. De este modo, ampliamos horizontes y concretamos la acción en los lugares donde vimos las peores bocas».
Con los años, se montaron más clínicas móviles para que viajaran más dentistas, «se acondicionaron laboratorios de prótesis dentro de otros camiones, se añadió el grupo de sanitarios, educadores que trabajaran la sensibilización, traductores senegaleses de la Facultad de Filología Hispana de Dakar, técnicos ('manitas') que siempre vienen bien, logistas, cámaras que grabaran nuestro trabajo para hacer difusión, y más recientemente se añadió el grupo de ópticos y oftalmólogos. ¡Una gran familia!»
¿Y en Mallorca...?
En 2012 se concretó la ayuda de DSR en Missirah (Senegal) un pequeño poblado situado en el delta del Saloum. «Ese mismo año, decidimos tomar cartas en el asunto respecto a una autocrítica que nos veníamos haciendo desde hacía años. ¿Por qué irnos tan lejos para ayudar cuando aquí, en Mallorca, hay gente que no puede acceder a los honorarios de un dentista?». De este modo, empezaron la reforma de lo que sería la Clínica Dental Solidaria Coloma Vidal. Por cierto, Coloma Vidal era la abuela de Alfonso, que cedió el local a la ONG sin cobrar ni un euro por el alquiler en la calle Carme, 17, bajos, de Palma. En 2014 se inauguró la clínica, donde, desde noviembre de ese año se atiende a personas de pocos recursos y que vienen derivadas de los Servicios Sociales de ayuntamientos y fundaciones con los que DSR tiene convenio.
«Nació así la primera clínica dental solidaria de Balears, siendo esta una de las doce clínicas dentales verdaderamente solidarias existentes en el país». Asimismo, entre 2013 y 2015 se fue concretando lo que a día de hoy es el tercer proyecto de DSR: Sonrisas Sobre Ruedas, cuyos objetivos principales son, por un lado, trabajar la prevención, dando información de cómo mejorar la salud en general y la bucodental en particular, y por el otro, dar a conocer la ONG sirviendo esta de pretexto para trabajar y motivar toda una serie de valores positivos, especialmente en los más jóvenes, de cooperación, solidaridad, empatía, etc.
Mientras tanto, el proyecto de Missirah, llamado Proyecto Adama, siguió evolucionando hasta el punto de que en 2017, las autoridades locales donaron un terreno en el centro del pueblo, donde a finales de 2018 se inauguraría la primera fase de la Academia Dental, dotada de clínica dental, con cinco equipos, laboratorio protésico, almacén, sala de espera, duchas… En 2020 y 2021 ni la COVID amedrentó el compromiso de DSR, por lo que los proyectos siguieron en marcha.
El año pasado se iniciaron las obras de la segunda fase del centro, que incluye quirófano sala de curas para los sanitarios, un gabinete taller de óptica, un espacio para los educadores, despachos y hasta un horno de leña. La idea es que todos los grupos trabajen en un mismo centro, donde la «ayuda al prójimo» es su máxima principal.
1 comentario
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Los dentistas tendrían q ser gratuitos, en vez de dar tanta ayuda a vagos.