José Luis Ardura cumple este jueves 75 años y lo va a celebrar solo, pues vive solo, y cada vez más solo. «Y es normal que eso pase, pues muchos amigos que antes tenía era porque yo invitaba. Pero desde que no puedo, ya no los he vuelto a ver más. Pero, por fortuna, me quedan aún algunos, que sin tener nada, siguen siendo amigos, con el único interés de la amistad. Por otra parte, estoy aprendiendo a quererme a mí mismo, y en ello me están ayudando mi psiquiatra, Rosa García, y mi psicóloga, Cristina Hill, de Alcer, que me recomendó mi buena amiga Manuela de la Vega, con quien almorcé el pasado domingo en el Bungalow».
Cada semana, desde hace muchas semanas, José Luis va tres días a diálisis. «Al principio era duro. Sobre todo porque no me podía mover. Pero ya me he acostumbrado. Así que tres días cada semana, durante cuatro horas, me conectan a la máquina. ¿Que cómo me entretengo durante ese tiempo? Escuchando la radio».
Ardura deberá seguir haciéndose diálisis. «Me iban a hacer un trasplante, pero en unos análisis que me hicieron, descubrieron que tenía cáncer de próstata, y eso lo impidió. Por fortuna, al no tener metástasis, me lo estoy curando a base de pastillas, y como el proceso es largo, y una vez curado deberé de esperar tiempo para el trasplante, por lo que aún tardaré para que me lo hagan. Pero como soy muy optimista, estoy convencido de que me lo harán, lo cual mejorará mi calidad de vida».
Donará su cuerpo a la Ciencia
Tampoco tendrá problemas el día que se muera, ya que lo tiene todo planeado. «Porque tengo claro que morirme me voy a morir, como todo el mundo. Y cuando llegue ese día, como no soy creyente, mi cuerpo, de acuerdo a mi voluntad, será donado a la Ciencia, y cuando esta haya sacado de él todo lo que pueda, pues que lo quemen. Porque si estoy viviendo gracias a la Ciencia… Pues ¿qué menos puedo hacer yo que donarle mi cuerpo para devolverle todo lo que le debo? Porque vivo gracias a la Ciencia y a la Seguridad Social».
Ardura, que se ha hecho con el dominio total de su taca-taca, va con él a donde quiere. Despacito, pero llega a todas partes. «Lo único que me falta en según qué momentos es conversación, hablar con alguien, pues vivo solo, y más desde que no está conmigo ‘Carlota'… Aunque tampoco la soledad es un problema, ya que estoy acostumbrado a ella, pues he vivido prácticamente solo toda mi vida».
Aunque de pasada hemos hablado de su niñez, adolescencia y primera juventud –la segunda la está viviendo ahora… Que nadie lo dude–, episodios que deja al margen, «pues lo que me interesa es el presente, el hoy, ya que lo pasado, pasado está», no quiere dejar pasar por alto el episodio de su vida en que estuvo a punto de morir. «En realidad estuve muerto, en coma, durante cinco días. Y la verdad es que aluciné mucho, ¿sabes? Sí, porque al despertar creí cosas que había vivido, pero que no eran verdad. Por ejemplo, estaba convencido de que cuando vivía frente al Palacio de Marivent, una mañana me encontré con la reina Letizia. Al decirle que era asturiano, como ella, me invitó a cenar. Vamos, que estuve cenando con ella y con el Rey… Pero es que era una alucinación, pero tan real, que pensé que era verdad».
«Tengo 17.000 amigos»
En cuanto a cómo va a celebrar hoy su cumpleaños… «Pues no sé… Pues igual me viene a ver ‘Carlota', mi perra… O mejor, la que fue mi perra, ya que al no poder atenderla como se merece, le busqué una persona para que la cuidara. ¡Y vaya que si la cuida! Con decirte que cuando me viene a ver, se alegra, pero más se alegra cuando se va, y más viendo que la persona que la trae se va con ella y que yo me quedo contento. Porque yo también me alegro al verla tan feliz, incluso cuando se va… Porque al ponerme mal, mi preocupación, aparte de mi salud, era mi perra. ¿Qué le pasará a ella si yo me muero?, pensaba. Así que busqué a alguien que la cuidara. Y acerté. Ahora somos los tres felices: ella, quien la tiene y yo. Sí, porque yo me lo tomo como si fuera mi hija, que al hacerse mayor, se ha independizado, viniéndome a ver algunos días para pasar un rato conmigo».
Llegar a los 75 años significa haber vivido mucho, «y de lo cual me quedo con lo más positivo de lo que he vivido, que no ha sido poco… ¡Desde luego que mucho más que lo negativo…! Y me quedo también con que tengo más de 17.000 amigos en las redes con los que puedo comunicarme cuando me place, lo que significa que no estoy solo. Encima, vivo en una isla preciosa, cerca del mar, y aunque sea con el taca-taca, me puedo pasear… Es que de verdad, achaques aparte... ¡Es que no me puedo quejar…!».
¿Sus memorias...? Pues no
Como siempre, le recomendamos que escriba sus memorias, que tiene mucho que contar, sobre todo del mundo del famoseo que le tocó vivir que… ¡Qué años aquellos, eh, amigo…! Porque no veas la de gente famosa con la que te codeaste…! «Sí, puedo contar muchas cosas de aquellos años, pero escribir un libro cuesta dinero, y yo no lo tengo. Y si encima cuento la verdad de algún famoso, pues igual tengo problemas. Así que, ¡deja, deja…! Si alguien quiere saber algo, que me llame, nos tomamos algo, yo, desde luego, nada que tenga alcohol, y se lo cuento. Pero ¡déjate de memorias! Quiero vivir en paz, mirando más hacia el presente y el futuro, que hacia el pasado». Pues amigo, muchas felicidades, que pases un día muy feliz, que te lo mereces,... ¡Y que sea por muchos años más!
Este hombre tiene mucha razón. Sólo te das cuenta de quién es tu amigo o amiga cuando estás enfermo/a. En mi caso llevo 7 años discapacitado por una enfermedad neurológica y lo que fue mi círculo de amigos se ha visto reducido a la nada. Incluso me ha fallado gente de mi familia. No obstante, me he acostumbrado y ahora me he vuelto mucho más duro.
3 comentarios
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Molts d'anys José Luis. Que en puguis fer tants com vulguis! I noltros que ho vegem. Amen.
Felicidades!! te recuerdo del bar de Magalluf, el Makoki??? era asidua al bar El Rollo y rematábamos la tarde en el tuyo.
Este hombre tiene mucha razón. Sólo te das cuenta de quién es tu amigo o amiga cuando estás enfermo/a. En mi caso llevo 7 años discapacitado por una enfermedad neurológica y lo que fue mi círculo de amigos se ha visto reducido a la nada. Incluso me ha fallado gente de mi familia. No obstante, me he acostumbrado y ahora me he vuelto mucho más duro.