Compatibiliza la realización de fotografías y videos corporativos convencionales con trabajos en 3D y grabación en 180 grados. Sus clientes suelen ser restaurantes, páginas web, revistas y catálogos. | Guilherme Tarouquela

TW
0

Aunque no solamos reparar en ella, la fotografía gastronómica está presente en nuestro día a día. En prensa, televisión, vallas publicitarias e Internet podemos apreciar imágenes detallistas enfocadas en la textura, como ese rosado que torna a oscuro en los bordes de una carne recién cortada; o un filete de salmón gratinado junto a una vistosa selección de verduras... Son sólo un ejemplo, hay tantas estampas como permita la imaginación del chef y del fotógrafo. Pero en todas ellas, a través de la exaltación de detalles, movimientos, colores y ángulos, se busca que el plato luzca voluptuoso, apetitoso, irresistible; que quien lo observe desee hincarle el diente.

La fotografía gastronómica es un concepto donde el fotógrafo pasa a ser tan importante como el chef, y a eso se dedica nuestro protagonista, Guilherme Tarouquela, un brasileño establecido en la Isla por cuyo angular desfila cualquier cosa que uno pueda llevarse a la boca. Los retratos de cocinas también son su fuerte, como pueden apreciar junto a estas líneas. Los inicios profesionales de Guilherme se remontan a la pasarela, «vengo del mundo de la moda, nunca imaginé que acabaría detrás de una cámara de fotos», afirma.

Nacido en Río de Janeiro, el carioca desfiló en su país de origen, y al llegar a Mallorca «estudié fotografía y retoque digital, y vi que se me daba bien». Una vez iniciado en el campo de la fotografía, no tardó en percibir que «hay montones de fotógrafos de bodas y eventos». En cambio, el campo de la gastronomía es «un sector con poca competencia». No se lo pensó, y se lanzó de cabeza. Hoy compatibiliza la realización de fotografías y videos corporativos convencionales con trabajos en 3D y grabación en 180 grados.

Guilherme Tarouquela, fotógrafo y videografo especializado en gastronomía
Guilherme Tarouquela, fotógrafo y videografo especializado en gastronomía, posa en su estudio de Palma.

Sus clientes suelen ser restaurantes, páginas web, revistas y catálogos. En cuanto al trabajo en 3D, reconoce que «como rompe la norma está muy demandado para añadir creatividad». En ese sentido, se desempeña más concretamente en «platos de cocina para las cartas, la foto en 3D puede verse tras escanear el código QR». En cuanto a la grabación en 180 grados, «son tomas que muestran mejor la forma de trabajar del cocinero, se hace con una cámara con una lente de 180 grados muy compleja».