María Muñoz, la menorquina que ha pedido ayuda desde Nueva Zelanda. | Gofundme

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Se describe como una auténtica apasionada de la vida y de la ayuda, que ha decidido dejar su casa (Menorca), para irse a vivir al otro extremo del mundo, a Nueva Zelanda. Ella es María Muñoz, una menorquina que dio un cambio radical a su vida para perseguir su sueño en tierras oceánicas y aprender la técnica corporal ancestral de MiriMiri y Romi Romi. Sin embargo, está pasando serias dificultades económicas para poder costearse sus estudios. Y, por si fuera poco, tampoco puede trabajar, ya que le han detectado un cáncer de útero, lo que le impide cualquier actividad laboral «e ir y volver a España es muy caro».

Así pues, esta joven menorquina ha solicitado ayuda a través de una campaña de crowdfunding. «Hola, soy María o Maoria para mis amigos. Soy una apasionada de la vida y de la ayuda, que decidió dejar toda su vida en Menorca para venir a Nueva Zelanda. Estoy pasando por diferentes dificultades económicas y además, me han detectado un cáncer de útero, por lo que voy a necesitar una histerectomía y posiblemente radioterapia. Esto detiene mi actividad laboral», ha señalado María, que con este mensaje ha querido pedir la colaboración de la gente desde la plataforma Gofundme.

En Nueva Zelanda, se encontraba trabajando en una cafetería para obtener unos ingresos económicos con los que podía costearse sus estudios. Sin embargo, con el cáncer todo esto ha cambiado y ha visto cómo su aprendizaje final corre serio peligro. «Se complicará mucho que pueda pagar mis estudios finales que son en noviembre, los cuales tienen un coste de 5.000 euros. No quisiera tener que dejar el país sin cumplir mi sueño de completarlos».

Por ello, María ha hecho una llamada a la solidaridad mediante una campaña y a la generosidad de aquellos que puedan ayudarla a mantenerse en Nueva Zelanda el tiempo suficiente para completar sus estudios y llevar esta técnica que está aprendiendo al resto del mundo. «Estoy viviendo una inmersión cultural y espiritual sin precedentes. Soy la única mujer hispano hablante que practica esta técnica».