Rafa Nadal y su familia disfrutan en alta mar

En esta ocasión vimos a Rafa despedirse, en el muelle de Porto Cristo, de su madre Ana María, y de su hermana, Maribel, y embarcarse en su catamarán junto a su hijo y su mujer. El pequeño Nadal, en brazos de su abuela, era la imagen de la felicidad máxima, tanto por parte de Ana María Parera como del niño, quien ya se ha ganado el cariño de todo el mundo acaparando la atención en los estadios en los que juega su padre.

La familia salió de Porto Cristo bordeando toda la costa mallorquina hasta divisar sa Foradada y poner rumbo a Ibiza. Desde allí y esquivando el mal tiempo de estos días, los Nadal han disfrutado del mar. Durante las últimas semanas, hemos visto a un Rafa Nadal disfrutar de otras aficiones como la cocina, en la que quienes han podido deleitar sus elaboraciones culinarias destacan su buen hacer en los fogones. Y es que parece ser que todo lo que hace Rafa Nadal lo borda.

Lo cierto que el manacorí pone gran interés y atención, aprendiendo de los consejos y enseñanzas, en esta ocasión de los chefs amigos. Unas vacaciones muy diferentes a las que, en el mismo espacio de tiempo, disfrutaba también en aguas de Mallorca, el tenista Carlos Álcaraz. Quizás se hayan visto, de lo que no hay constancia gráfica, o se hayan enviados WhatsApps, pero lo cierto que ambos guardan buena amistad y eligen el mar para evadirse en sus momentos de relax.

Vacaciones con amigos

El murciano, quien este viernes se enfrentó al tenista Gaël Monfils, en el Masters 1000 de Cincinnati, también eligió un catamarán para disfrutar de unas breves vacaciones en Mallorca. Acompañado de varios amigos, como su fisioterapeuta Fran Rubio o su hermano Álvaro, el murciano dedicó su estancia en la Isla para desconectar. Cansancio que se pudo apreciar en su participación en las Olimpiadas de París.

Unas merecidas vacaciones en alta mar y en las que sólo tomó tierra para saborear gastronomía local. Desde la distancia hemos visto a un Carlos Alcaraz divertido, practicando snorkel y moviendo el remo, como si fuese en piragua, sobre una tabla de paddle surf.

Con 21 años, el murciano se ha consagrado el tenis español y convertido en digno sucesor de Rafa Nadal, un título del que huye como resultado de la humildad que pese a sus éxitos profesionales, hasta el momento, siempre le acompaña.

Pese al intento, por parte de la prensa del corazón, de buscar una relación sentimental al tenista murciano, este no da pie a que haya rumores y sigue centrado en su profesión.