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La presidenta del Consell, Catalina Cladera, presentó ayer el ambicioso proyecto ‘Mallorca circular. Next Generation', un documento que pretende sentar las bases del futuro de la Isla y marcar la senda para su desarrollo más sostenible en los ámbitos clave. El objetivo del plan no es otro que situar nuestra sociedad en la vanguardia de este siglo en áreas como la economía, el medio ambiente, la energía e, incluso, la asistencia social. El acto, que se desarrolló en el patio del Estudi General, fue el punto de partida de un amplio debate en el que deben comprometerse todos los agentes sociales y políticos de Mallorca si se quiere garantizar su éxito.

El compromiso de la Unión Europea.
El alcance y la profundidad de la iniciativa de ‘Mallorca circular. Next Generation' lo pone de relieve su presupuesto estimado: 800 millones de euros. La propia Cladera no ocultó el papel clave que tendrá la financiación de la Unión Europea para garantizar el éxito de las diferentes propuestas, aspecto tan trascendental, si se quiere, como el compromiso de las instituciones y la iniciativa privada. El diseño de la Mallorca de las próximas décadas requiere la implicación de todos los sectores. Este es, con toda probabilidad, el escollo más grave por superar si se aspira a hacer realidad lo que ahora son meros bocetos.

Necesidad y realismo.
A través de ‘Mallorca circular. Next Generation', el Consell asume una responsabilidad inédita para la institución. Es un paso que revela un cambio sustancial en su papel político en el conjunto de Balears. Y lo hace, además, con una exposición apegada las exigencias de los tiempos actuales que demanda la sociedad junto con unas sorprendentes dosis de realismo. Son premisas que no abundan en este tipo de formulaciones. Catalina Cladera, como actual responsable del Consell, tiene por delante la ardua tarea de lograr aunar esfuerzos para que Mallorca no quede anclada en el pasado.