02/07/21 4:01
Cada día al levantarme mi mirada se cruza con otra mirada que me inspira confianza: allí está la imagen de la Virgen del Seminario. Fue un regalo que me hicieron por el último sermón que hice como seminarista y como despedida a punto de ser ordenado sacerdote. Después de 61 años, los recuerdos se convierten en presencia latente de una madre fiel, a pesar de los descuidos y olvidos de su hijo. Ya está amaneciendo en La Vileta y el día se presenta henchido de esperanza para dar vigor a mi empeño de ser y actuar como un joven de 83 años, según la expresión que un día hizo el papa S. Juan Pablo II .
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